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Crítica / Tradición austriaca: buen carácter y algún tropiezo - por Estrella García López

Madrid - 11/10/2022

El pasado 5 de octubre se inició en el Auditorio Nacional el ciclo de Hispania Conciertos que trae los grandes nombres de la música austriaca a la capital bajo el título “Viena en Madrid”. Este primer concierto, bajo la dirección de Rossen Milanov, corrió a cargo de la Orquesta Sinfónica Radio Televisión Eslovenia, evento con el que estrenaba su gira española que acabaría al día siguiente, jueves 6 de octubre, en el Palacio de los Festivales de Santander. En general, aunque se sucedieron algunos momentos musicales bastante inestables, el concierto dejó una sensación final marcada por la toma de confianza progresiva y el buen carácter.

El repertorio de la orquesta eslovena veló por dar vida a un muy clásico primer tercio del siglo XIX con el Triple Concierto en do mayor, op. 56, para violín, violonchelo y piano (1804) de Ludwig van Beethoven.  Esta obra es un paréntesis dentro de su producción por responder a un estilo menos innovador y arriesgado que abogaba por no levantar revuelo en el mundo francés, tan atractivo en su momento para el compositor. En este caso, fue interpretado por el ensemble checo Trio Smetana y se ubicó en la parte central de la tarde del miércoles entre otras dos obras: la primera, la Obertura en re mayor, op. 20 (1821) del bilbaíno Juan Crisóstomo de Arriaga, y la tercera y última la Sinfonía No. 4 en la mayor, op. 90 (1834) de Félix Mendelssohn.

Con la primera obra, la de Arriaga, la orquesta quiso hacer honor al compositor español que posiblemente mejor se encuadre dentro del canon de la corriente musical vienesa de la segunda mitad del siglo XVIII y principios del siglo XIX. El resultado, sin embargo, de ese interés por dar visibilidad a la música sinfónica que también se hacía en la España de la época, no fue muy bueno. A Milanov se le escapó la batuta de la mano al dar la entrada del da capo anacrúsico, algo verdaderamente sin mucha importancia pero que explicó el nerviosismo general que luego se vio reflejado en los descuidos de la orquesta.

La parte concertante entre el tutti y los solos de del viento madera fue algo caótica, notas desafinadas, entradas que no iban a tempo, y en los tuttis, concretamente, poco se pudo escuchar la unión y el entendimiento que se espera que haya entre la sección de cuerda y la de viento. Aun así, la orquesta consiguió hacerse con el espacio del auditorio hacia el final de la Obertura, con una sonoridad más llena y compacta. 

Cuando solo se podía ir a mejor, llega el Triple Concierto de Beethoven que hizo brillar, a costa del violinista y el violonchelista, a la pianista del Trio Smetana Jitka Čechová. Cuando la orquesta ya se había asentado en un sonido más sólido, los pasajes complejos de la parte solista pasaron factura a la totalidad del grupo. En esta pieza, la línea melódica del violonchelo es la que suele introducir los temas principales, pero el sonido de Jan Páleníček no tuvo la suficiente presencia y quedó por debajo de un violín (Jan Talich) a veces estridente y un piano muy correcto.

El tercer movimiento, Rondo alla polacca, se denomina así por contener algunos patrones rítmicos inspirados en la danza polonesa, que, de forma curiosa, se pueden asociar con el ritmo de fandango y los trinos alborotados. Este movimiento final fue el que probablemente mejor resultó en cuanto a energía y personalidad precisamente por remarcar esos detalles rítmicos y por conseguir un diálogo real entre los solistas.

Después del descanso, disfrutamos de una de las obras más notables del alemán Félix Mendelssohn, popularmente conocida como Sinfonía italiana. Lo cierto es que el compositor, aunque es un icono del Romanticismo temprano, se sitúa dentro de la corriente de los creadores más conservadores junto a Johannes Brahms. Esta sinfonía es la cuarta que escribe para orquesta y se formula como producto del viaje que realizó a Italia en el año 1830. Milanov tuvo un acercamiento a ella muy sereno a la vez que expresivo. En el tercer movimiento, escuchamos un fagot y una trompa que consiguieron ese empaste que faltaba al principio del concierto, y que en general fue consiguiéndose progresivamente durante la tarde.

Como bis, la orquesta de RTV Eslovenia nos regaló la obertura de Las Bodas de Fígaro, ópera archiconocida de Mozart que arrancó fuertes aplausos en el patio de butacas. Con todo y a pesar de los tropiezos del conjunto instrumental y del trío, el buen carácter de la orquesta y la paulatina dominación del programa hicieron de este concierto una buena inauguración del Ciclo.

Estrella García López

 

Orquesta Sinfónica RTV Eslovenia

Director: Rossen Milanov

Ciclo Hispania Conciertos

Obras de Ludwig van Beethoven, Félix Mendelssohn y Juan Crisóstomo de Arriaga

Sala Sinfónica del Auditorio Nacional de Música (05/10/22)

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