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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Tra l'aqua salata, cuatro suspiros - por Ramón García Balado

Santiago de Compostela - 09/11/2022

Tra l´aqua salata, de Xavier de Paz, un estreno con la Real Filharmonía de Galicia en dedicatoria al añorado Xan Viaño, composición para orquesta de cuerdas, en cuatro tiempos y nacida de un trabajo precedente para un sexteto en tres movimientos, en la idea Verklarte nacht, (La noche transfigurada) de Schönberg y que en su segundo tiempo se acercaría a Shostakovich. Obra de la que el propio autor, se guardaba cualquier posible apreciación previa, dejando la opinión al aficionado que recibe esta primicia, que no estará muy lejana de obras anteriores que pudimos escuchar y que para el caso, nos invita a centrarnos en alguna de ellas, en la que Zumalave fue compañero de travesía.

Das Ausencias, Premio Gaos, de 1997, galardón da Deputación da Coruña,  También en 2008, y en estreno From  flame to memory.  En el verano de 2002, otro programa muy español en el que se ofreció O mencer dos soños. Fue sido asistente de Composición y Análisis musical,  de Joan Guinjoan, además de colaborar con Zbigniew Rodzinski  en los  Jugenfestilspieltreff Bayreuth (Alemania). Becado por la Deputación da Coruña, estudió composición con Stephen Gryc y James Sellars, en la Hart  School  of Music y en la University  of Hartford (Connecticut) Ya en 1993, había recibido el Premio de la SGAE, por Sentado sobre un golfo de sombra. Tra l´aqua salata, resultaba en definitiva, una obra para orquesta de cuerdas, en un recuerdo para Xan Viaño, del que Zumalave recordaba la  interpretación de  una obra suya como Nubes brancas, con la O.C. de Stuttgart.

Un programa en el que tuvimos  también el  Concierto para violín en Re M. Op. 35, de P.I.Tchaikovski, destacando como solita el joven talento Jaime Naya, con estudios en el Conservatorio de Alcalá de Henares, donde obtuvo el Premio de Grado y en la Academia Katarina Gurska, bajo la supervisión de Sawa Fatkulin,  cuya primera experiencia en 2018, fue junto a la pianista Elisabeth Yarukaia, con obras de Beethoven, C.Saint- Saëns, Brahms y Sarasate. Fue premiado recientemente con el Leonid Kogan International Competition for Young violinists, presentando la Fantasía de Franz  Waxman, sobre temas de la ópera Carmen.   

El Concierto en Re M. Op. 35 de Tchaikovski, es obra señera de repertorio tras el estreno vienés  de Adolf Brodsky, a finales de 1881, tutelado por el siempre crítico Hans Richter, obra prevista para Leopold Hauer, quien como es sabido, la desechó por imposible. Actualmente y como comprobamos, un auténtico reto halagador para el solista desde el Allegro moderato, acunado por los primeros violines en forma de introducción, preparando su lucimiento, en la paleta de recursos técnicos. Puro virtuosismo en una secuencia de ostentoso alarde, con triples cuerdas e intervalos acentuados. Un episodio piu mosso, estuvo cargado de argumentos para acentuar tintas, a la espera de la  temperamental cadenza resolutiva.

La Canzonetta, el melodismo típico del autor, concedió  al solista en un trato con sordina, una tonada nostálgica, en la tonalidad de Sol m., observando  la flauta un protagonismo expresivo, al que respondía  el clarinete en posible contraste. Un movimiento con graciosos adornos gracias a la figuraciones de los pasajes propuestos por la orquesta en su conjunto, , destacando las maderas y con el solista que impuso su protagonismo tras un luminoso trino, llevándonos al comienzo, en transición al Allegro vivacissimo, marcado por detalles alla zingarese, entre ritmos acentuados e imposiciones del solista, forzadas por sobresaltos, alternando visibles motivos de danzas populares. La Canzonetta citada, había sido una decisión final, tras otra idea del autor, que acabará rechazando.

La Sinfonía nº 2, en Re M. Op. 36 de L.v. Beethoven, entraba a  medida en la apreciación de un director cartesiano como Zumalave, y entusiasta de quienes califica como sus contemporáneos, Mozart, Beethoven o J.S. Bach, quien parece tenerle abducido.  Obra que en lo novedoso, prima la importancia concedida a los instrumentos de viento, obra esbozada a finales de 1800 y que estrenará en Viena. Quedaban las dudas de que el equilibrio de Haydn y Mozart, resultaba ya insostenible, obligándole a abordar posibilidades alternativas. La sinfonía marca el punto culminante del Ancient Régime prerrevolucionario, ese de Haydn y Mozart, punto del que partirá hacia regiones en las que nunca antes, nadie había querido soñar. Una fiesta luminosa como la  precedente, pero mucho más ancha en profundidad  y de un estilo más unitario.

Se anunciaba  a través de una introducción lenta y solemne Adagio molto, un homenaje con  una técnica muy amada por su admirado Haydn, logrando por el empaste logrado por las maderas, para incrustarse en un enérgico y jovial Allegro con brio, caracterizado por su corte típico de obertura napolitana (en el canto de chelos y  violas, sobre ligado de violines). Un segundo tema, de aire animado, valdrá como homenaje a la tradición, con aire rítmico de clara vitalidad. Seguía  un Larghetto, ciertamente seductor, página graciosa y de elevada inspiración, quizás lo más importante de esta sinfonía, alabada por Héctor Berlioz, gracias a sus cambios de perfiles. El Scherzo-Allegro, destacó igualmente por su ligereza  y caprichosa fantasía, en un veloz y conciso recorrido, hacia el Allegro-molto, curiosamente extraño y jocoso, en forma libre, mantenido por un tema inflamado y atrevido, que invitaba a pensar en la importancia de proponen los intervalos usados.

Ramón García Balado

    

Jaime Naya. Real Filharmonía de Galicia / Maximino Zumalave

Obras de X. de Paz, P.I. Tchaikovski y L. v. Beethoven

Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela

Teatro Principal, Ourense

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