La inauguración de la 57 temporada Organizada por los Amigos Canarios de la Ópera estuvo encomendada a Tosca, en conmemoración del centenario de la muerte de Puccini, del que también se ofrecerá La Bohème.
El rol titular lo asumió Erika Grimaldi, que debutaba en el papel y en la temporada isleña. Grimaldi, portada de RITMO de febrero, se inscribe en la línea de las grandes sopranos líricas italianas, por cuya senda transita tanto en repertorio, con Verdi y Puccini como ejes de su carrera, como por sus características, innegable conocimiento y comodidad en el estilo italiano, desenvoltura escénica, unida a una voz de soprano lírica de grato color, emitida con seguridad en toda su tesitura, especialmente sonora en un registro agudo bien proyectado, que hace frente a los exigentes graves de Tosca con suficiencia aunque en ocasiones se resienta la homogeneidad del timbre. Su labor fue ampliamente valorada por el público que la obligó a bisar el famoso Vissi d'arte del segundo acto.
Lo mismo le sucedió a Piotr Beczala con el E lucevan le stelle del tercer acto. El prestigioso tenor polaco, que debutaba en la temporada, tiene el rol de Cavaradossi ampliamente rodado, lo que le permitió ofrecer un protagonista impecable por la belleza del timbre, homogeneidad en la emisión y elegancia en el fraseo. Con un físico adecuado al rol y actoralmente desenvuelto, lo mismo que Erika Grimaldi, los dúos de ambos tuvieron una verosimilitud que no está al alcance de todos.
George Gagnidze compuso un autoritario Scarpia, basado en la rotundidad de sus medios baritonales, superando sin problemas el tutti de coros y orquesta del Te Deum del primer acto, antes que en un fraseo especialmente variado o un sutil juego escénico.
Impecables los secundarios: Max Hochmuth, Isaac Galán, David Barrera y Fernando Campero.
Notable dirección musical de Ramón Tebar al frente del Coro de los Amigos Canarios y el Coro Infantil de la OFGC, vistosos en el Te Deum, y la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, de la que obtuvo un sonido auténticamente sinfónico que hizo justicia a la exuberante orquestación pucciniana, sin por ello descuidar a las voces, a las que trató con especial cuidado en volúmenes y tempi.
Daniele Piscopo firmó una propuesta escénica tradicional, que recreaba los escenarios originales de manera certera, adecuadamente iluminados, moviendo a los intervinientes con acierto, especialmente en el siempre complejo Te Deum, en esta ocasión bien articulado.
Juan Francisco Román Rodríguez
Erika Grimaldi, Piotr Beczala, George Gagnidze, Max Hochmuth, David Barrera, Isaac Galán, Fernando Campero, Marina Díaz.
Coro Infantil de la OFGC.
Coro del Festival de Ópera.
Orquesta Filarmónica de Gran Canaria / Ramón Tebar.
Escena: Daniele Piscopo.
Teatro Pérez Galdós. Las Palmas de Gran Canaria.
foto © Nacho González