El Septentrion Ensemble formado por los músicos indicados bajo estas líneas, dirigidos por Oscar Vaquerizo, con un actor narrador especialmente activo y protagonista, Edu Soto, interpretaron en la sala de cámara del Auditorio Nacional de Música: A Fiddler’s Tale (Cuento de un violinista) de Wynton Marsalis: "Sea como sea, esto va de guerra...". Sea como sea, también, una nueva propuesta del ciclo Satélites de la Orquesta y Coro Nacionales de España.
Una experiencia músico-dramática en línea con la conocida Historia de un soldado de Igor Stravinsky, violinista y diablo protagonistas, y con un lenguaje, por momentos, algo más cálido y cercano al jazz. Una especie de fusión del lenguaje neoclásico del citado músico ruso en aquella célebre obra de cámara y quizás el Leonard Bernstein de West Side Story, sólo por seguir al mismo nivel de popularidad, con abundantes similitudes con todos ellos en una especie de collage estético, algún detalle de folk céltico en el tratamiento del violín, y me olvidaba ya, dosis envolventes en su planteamiento dantesco de aquel espíritu crítico y ácido de Kurt Weill y Bertold Brecht: "... de aquí para allá, de allí para acá".
Una fábula, más que un cuento, de reminiscencias milenarias, si se quiere, bíblicas, donde encaja esta escritura de permanente cuasi-consonancia, disonancia controlada al estilo jazzístico, politonalidad, heterofonía y, sobre todo, una obstinación rítmica, no siempre pero a menudo, capitaneada por la batería: "… me acabo de quedar sin aliento".
Fluido y dinámico en todo momento, este "cuento musical" se emplaza a medio camino de la música incidental de teatro y del concierto con narrador obligado. Quizás más en la primera linea apuntada antes que en la segunda, dada la obvia intensidad y ubicuidad de un libreto servido hoy con notoria expresividad: "Sólo el sonido celestial de notas sagradas pueden bajar su fiebre".
Una fábula eterna que habla de muchas cuestiones que laten en el fondo del destino "trascendental" ("Todo empieza en algún sitio... En este caso, allí arriba, en el Cielo”) no ya del artista músico, coartada de esta historia, sino de la vida misma (la profesional, en principio) en el mundo contemporáneo: "¡Hay que apilar ceros...! ¡¡Hay que apilar muchos ceros!!".
Resolución y relativa modernidad, pues, en cierto modo, riesgo también, cambio y aire fresco en este variopinto ciclo de cámara Satélites nutrido de músicos de la propia Institución, que siempre se agradece en este o cualquier otro ámbito.
Luis Mazorra Incera
Septentrion Ensemble / Ángel Belda, clarinete; José Masiá, fagot; Juan Antonio Martínez, trompeta; Juan Carlos Matamoros, trombón; Elsa Sánchez, violín; Rodrigo Moro, contrabajo; Joan Castellón, percusión; y Oscar Vaquerizo, director. Edu Soto, narrador.
Obra de Wynton Marsalis.
SATÉLITES-OCNE. Auditorio Nacional de Música. Madrid.
Foto: El director Oscar Vaquerizo.