Cuatro zarzuelistas en cartel, cada uno con un intermedio de cuño reconocible. Jesús Guridi con un par de romanzas y el intermedio de La meiga, sobre difusa inspiración gallega. Sasibili, mi caserío, en forma de zortiko que interpreta Santi, página que estrenó en barítono José Luis Lloret, en lo que se anunció como comedia lírica. Entrada del barítono, que había anunciado una inoportuna indisposición, que ensombreció su faena, pero que, al menos, nos aportó una voz con recursos para el género, gracias un centro apoyado en una técnica segura. Mirentxu, de la que se escuchó Goizeko eguzki argiak, se acepta como una de sus óperas, que tuvo el estreno en el Teatre del Liceu de Barcelona- 1913-, en una visita de la Sociedad Coral de Bilbao, para llegar a Madrid dos años después, en las temporadas organizadas por Pablo Luna. Aria o romanza, muy dentro de las cualidades de Miren Urbieta-Vega, gracias a su timbre atractivo y un fraseo comedido, que en el género en programa, se atenía al gracejo de pinceladas moderadamente castizas.
Soutullo y Vert, con dos impagables de La del Soto del Parral: la romanza de Germán- Los cantos alegres de los zagales-, modelo de vuelo lírico en una perfecta adecuación al momento dramático, destacando detalles como la aparición del arpa, redondeando este pasaje. Ten pena de mis amores, el dúo que comparten Aurora y Germán. Roles estrenados por el barítono Sagi Barba y la soprano Paquita Morante. Una de las excelsas creaciones de ambos a al que muchos considerarán como su obra maestra. De La leyenda del beso, el Intermedio, pieza que en precisión del maestro Coves, cunde en los mejores rendimientos en las típicas interpretaciones para banda, por lo que no cedemos al recuerdo de las frecuentes escuchas en sesiones dominicales. Coves, estuvo al quite en toda la sesión en los detalles necesarios en cuanto a frescura y soltura.
Moreno Torroba, destacaba la inmarcesible Luisa Fernanda: el dúo de Luisa Fernanda y Vidal, En mi tierra Extremeña, calificada como comedia lírica para el estreno del teatro Calderón de Madrid. Página agradecida para ambos cantantes, que cumplieron con su aire de señorío. De La Marcherna, el Preludio del tercer Acto- de nuevo el talante de la genuina música para bandas- , y Tres horas al día, zarzuela que supo rescatar cuando se hizo cargo del Teatro Calderón, en 1930. Una romanza que nos devolvía a la soprano entregada al personaje. De Maravilla, de la que se anunciaba Amor, vida de mi vida, con el barítono, se cayó de programa, por esa indisposición que obligó a su retirada.
Pablo Sorozábal, con el intermedio de Black, el payaso -desde la opereta a la música circense o el music-hall-, especie de opereta compleja de calificar ya que presenta elementos claramente operísticos, entremezclados con romanzas y dúos, además de coros de comedia lírica. Quedaba La del manojo de rosas, en la orilla del sainete repartido en dos actos, con libreto de Francisco de Ramos y Anselmo Cuadrado Carreño, otros dos números: la romanza de Ascensión, No corté más que una flor, tentación para soprano en recitales y el dúo que ella mantiene con Joaquín, Hace tiempo que vengo al taller, dúo de puro desparpajo en su contagio castizo. Si algo nos reservaron los bises, a nadie sorprendió que escuchemos el tan habitual intermedio de La boda de Luís Alonso, de Gerónimo Giménez y ¿Por qué de mis ojos los tuyos retiras, por qué?, dúo de Mari Pepa y Felipe, de La revoltosa, de Ruperto Chapí.
Ramón García Balado
Miren Urbieta-Vega y Damián del Castillo. Real Filharmonía de Galicia / Manuel Coves.
Obras de J. Guridi, Reveriano Soutullo, F. Moreno Torroba y Pablo Sorozábal
Amigos de la Ópera, de Santiago / Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela.
Foto © Xaime Cortizo