Gustavo Dudamel no es el único producto del Sistema que ha alcanzado proyección internacional. Otro es Rafael Payare, quien el 15 de febrero visitó L’Auditori para ponerse al frente de la OBC en un programa dedicado a las personas refugiadas, la ONG Open Arms y la entidad Casa Nostra, Casa Vostra. La cara más trágica de ese drama es precisamente el tema de Alle vittime senza nome, una obra de Peter Eötvos en cierto sentido desconcertante por el carácter vitalista de sus dos primeros movimientos, solo en parte ensombrecido en el tercero. Su autor la considera una especie de “réquiem danzado” y lo cierto es que seduce con su exuberancia rítmica y tímbrica, sus evocaciones de melodías orientalizantes o sus ecos de gamelán, todo ello perfectamente subrayado por Payare, aunque al final la partitura se alargue tanto que acaba siendo reiterativa.
Flanqueándola, dos muestras del arte orquestal de Richard Strauss, Muerte y transfiguración y Vida de héroe. En ambas Payare se soltó: es un director que dirige con todo el cuerpo, que se contorsiona, que baila, pero que no pierde una entrada y logra galvanizar la orquesta. Sí, en ocasiones rozaba sin miedo el estrépito, como seducido por el colosalismo straussiano, pero hay que reconocer que no dejaba indiferente.
Juan Carlos Moreno
OBC / Rafael Payare.
Obras de Eötvos y Strauss.
L’Auditori, Barcelona.
Foto: Rafael Payare (copyright BGE)