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Crítica / Steven Isserlis genial con Thierry Fischer y su OSCyL - por José M. Morate Moyano

Valladolid - 29/01/2024

Nos visitó por 4ª vez el chelista Steven Isserlis con su Stradivarius "Marqués de Corberon, 1725, para debutar él también el Concierto para cello nº 2 en Do m., op. 77 (1964) de Dmitri Kabalevski (San Petersburgo, 1904-87), tras tres poemas sinfónicos de su paisano Anatoly Lyádov (1855-1914), salvo el 2º de éllos, otra novedad para la Orquesta Sinfónica de Castilla y León en 8º Programa de Temporada en su sede vallisoletana, con su Titular Thierry Fischer,  con la Sinfonía nº 2 en Re M., op. 36 (1802) de Beethoven de cierre y nuevo lleno en el Auditorio.

Lyádov, alumno de Rimski y profesor de Prokófiev, se mostró como sólido defensor de la cultura popular rusa, dominio de la orquestación heredado de su maestro e incluyendo alguna novedad sonora desarrollada por su alumno. El 1º de los poemas ofrecidos, Baba Yaga, op. 56, (1904), Presto, versa sobre un cuento popular ruso, donde La Bruja "Baba Yaga" (una de las 3 caras del Dios tripartito junto con La Virgen y La Madre) es descrita en brillante orquestación por sus misteriosos movimientos, con contratiempos y juegos rítmicos. En su Op. 62, El Lago encantado (1909), ya tocado, utiliza la leyenda eslava sobre las 3 ninfas que habitan un mágico lago, caracterizando a cada una con su melodía delicada y moderada entre las ondas del agua y el ambiente onírico; cellos y oboe, flautas y clarinetes marcan dos de éllas, avivan un poco el tempo, se mezclan y dejan oir a la 3ª en oboes, violines y trompas, hasta que el conjunto va apagándose y desapareciendo del todo; curioso el inicio con pizzicato de cada grupo de cuerdas que pone en ambiente y reclama atención. Kikimora, op. 63, habla de este minúsculo personaje que habita en las montañas vigilado por El Mago; el gato de éste narra extraños cuentos de hadas, donde Kikimora es mecido por la noche en una urna de cristal, bailando y saltando al despertar el día y seguir así hasta el silencio nocturno, hila y deshila hilos e idea nuevas bromas para el día siguiente. El corno inglés borda canta piano con maderas para la noche y xilófono y celesta se unen al luminoso resto para representar el día. Fischer diferenció bien cada poema y sus músicos coboraron en ello con acierto.

El Concierto nº 2 de Kabalevski unió la admiración por el chelista ruso D. Shafrán, tanto del autor que lo escribió para él y se lo estrenó, como del intérprete, que escuchó la grabación conservada e incorporó hoy a su amplio repertorio, siempre atento a las novedades. El londinense Isserlis (1958) hizo una lectura lírica y/o enérgica, detallada y humorísticamente gozosa de vivir, según las características del compositor hasta su entrada en el PCUS y participar en la Política oficial soviética, respetando las formas y folklore tradicional ruso. Isserlis hizo desgarradoras sus cuerdas pulsadas sobre violines y contrabajos firmes en el sostenuto inicial, flautas, cuerdas sin Vi I, ganando viveza y energía en el Allegro sobre fagotes, metales con sordina y arpa; corto descanso del solista, recuperación  del inicio ya con él y ataque el Presto siguiente, con la orquesta brillante y muy buena intervención satírica del saxo alto, atacando de nuevo el Andante-Allegro-Tranquilo final, que lució intimismo y sensibilidad en las cuerdas, clarinete y fagot, pizzicati de cuerdas graves, y oboes, violines y violas, con gran energía y máxima tensión del solista, fantástico en su cadenza agitada y realmente emotiva, realzada por xilófono, celesta, percusiones y trompas e ir evolucionando hacia el pianísimo tranquilo final. Isserlis, OSCyL y Fischer, compenetrados y atentos, recogieron satisfacción y repetidos aplausos del público. El cellista añadió una breve muestra de sus habilidades técnicas y musicales, reiterando su éxito.

La 2ª de Beethoven, en su octava vez por la OSCyL, incidió en las buenes prestaciones que su Titular está consiguiendo por con conocimiento y experiencia. Sinfonía no fácil de hacer porque hay que saber unir débitos con el Clasicismo y la revolución de ideas que aporta; eligiendo tempo acertado para ese discutido Larghetto; nuevo Scherzo incorporado como tal a lo sinfónico y un Allegro final que ya plantea  lucha entre el hombre y su destino, al que por fin vence. Todo ello fue bien servido por Fischer, dramático y poderoso en el Adagio y bien marcadas agógica y dinámica en el brioso Allegro; dejando sonar armoniosa y expresiva la melodía del Larghetto, en todas sus voces equilibrada y afinada, violines límpidos y juntos en piano, con cellos y maderas; contrastes fuerte-piano en el Scherzo con gracia en el Trío; y fantástico final alegre y triunfal, muy tenso entre modos mayor y menor con el conjunto concentrado y atento. Versión muy valorada por el auditorio, que despidió a todos con repetidas ovaciones. Sesión que aunó interés por las novedades nuevo y calidad en el todo.

José M. Morate Moyano

 

Steven Isserlis, chelo

Orquesta Sinfónica de Castilla y León / Thierry Fischer

Obras de A. Lyádov, D. Kavalevski y L. v. Beethoven

Sala Sinfónica "J. López Cobos" del CCMD de Valladolid

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