El Festival Internacional de Música y Danza cerró el ciclo Cantar y tañer, sones antiguos y barrocos con una magna obra, la integral de las Sonatas del Rosario de Heinrich Ignaz Franz von Biber con Lina Tur Bonet y su grupo MUSIca ALcheMica. La violinista recorrió la larga nave del Monasterio de San Jerónimo tocando la primera de las sonatas, La Anunciación acompañada por el continuo al completo. Una vez ya en el crucero de la iglesia y al micrófono presentó al público las sonatas y explicó la necesidad de parar tras cada una de ellas debido a su diferente scordatura o afinación.
Las Rosenknanzsonaten forman uno de los corpus instrumentales más densos y monumentales de la literatura violinística del siglo XVII. Fueron escritas por el compositor bohemio Heinrich Ignaz Franz von Biber en torno a 1676. Son conocidas también las Sonatas del Misterio o Sonatas Bíblicas y fueron encontradas en la Bayerische Staatsbibliothek de Munich y publicadas en Viena en 1905.
Su fecha de composición corresponde con el periodo en el que Biber fue kapellmeister del arzobispo de Salzburgo, Maximilian Gandolph von Khuenberg. En plena Contrarreforma, el rezo del Rosario estaba muy extendido en la ciudad y el mismo arzobispo pertenecía a una cofradía que fomentaba su oración. Pese a no conservarse la primera página del manuscrito, estas circunstancias hacen pensar que la obra fue encargada por su benefactor.
Según palabras de la propia Lina, Biber añadió a su nombre de pila (Heinrich) el Franz Ignaz por Ignacio de Loyola y Francisco Javier, fundadores de la Compañía de Jesús. Los jesuitas concebían el rezo del Rosario como una experiencia vívida y sensitiva, muy acorde con el carácter descriptivo de estas sonatas. Las quince sonatas están organizadas en tres partes, los Misterios Gozosos dedicados a la concepción, nacimiento e infancia de Cristo, los Misterios Dolorosos centrados en la agonía y Crucifixión y los Misterios Gloriosos en la Resurrección.
En ellas, Biber lleva los recursos retóricos a un non plus ultra cambiando la afinación de las cuerdas en cada una de las sonatas. El procedimiento de la scordatura modifica el timbre del violín, las propiedades acústicas de la caja y los sonidos armónicos. El ciclo suele tocarse con tres o cuatro violines distintos que se dejan con la afinación preparada, ya que el instrumento tarda en adaptarse a la nueva afinación. Lina Tur Bonet ha utilizado para este primer concierto de la integral del Rosario dos violines fabricados en taller de Ruth Obermaier (Granada, 2022), el modelo “Toscano” de Stradivarius y el “Plowden” de Guarnieri del Gesù.
Las Sonatas del Rosario se tocaron por primera vez en España en la SMRC en 2003 y Lina Tur Bonet ha sido el primer intérprete español en grabarlas. Desde entonces, es un programa que ha incorporado a su repertorio de conciertos.
Este bagaje le ha ayudado sin duda a jugar sabiamente con varios elementos: las explicaciones que proporcionó al público entre sonata y sonata hicieron más fácil la comprensión de los elementos simbólicos de la partitura y del complicado concepto de la scordatura y el manejo de los espacio y los cambios en el continuo aportaron variedad al concierto. La primera sonata la hizo caminando a través de la nave, el resto de las sonatas de los Misterios gozosos los tocó de pie alternando en el continuo bien el arpa, bien la tiorba o el clave. Al bloque de Misterios Dolorosos le confirió una especial intimidad al interpretarlos sentada sólo acompañada por la tiorba. Empleó el continuo al completo en la sonata que cerró esta primera etapa de la integral, La coronación de espinas.
Tur Bonet no sólo demostró sabiduría en el manejo de los espacios y el continuo. Su maestría quedó también patente en una apasionada y brillante interpretación de las sonatas. A la dificultad de la scordatura que va estrechándose y añadiendo tensión al violín, el bohemio utilizó multitud de recursos violinísticos en aras de la retórica. Así, Lina Tur Bonet tuvo que enfrentarse a pasajes con intervalos de octava y décima, bariolages, acordes de tres y cuatro notas, notas en staccato ligadas y demás dificultades, salvándolas con precisión técnica y expresividad. La violinista ibicenca conoce muy bien los fundamentos de las Sonatas del Rosario y los hace suyos antes de transmitirlos al oyente.
Estuvo muy bien acompañada por el excelente grupo de instrumentistas que componen MUSIca ALcheMica, Andrew Ackerman (violone), Sara Águeda (arpa), Jadran Duncumb (tiorba), Javier Núñez (clave) y Daniel Oryazábal (órgano). Ninguna sonata es igual a otra en carácter, estructura y afinación y MUsiCA ALcheMIca sorteó las dificultades, que demostró que es un grupo versátil, delicado y atentísimo al diálogo con el violín en los acompañamientos a solo y poderoso con su rico sonido en los momentos de tutti. Lina Tur Bonet y MUSIca ALcheMica no ofrecieron un concierto al uso, sino una experiencia para los sentidos y el alma.
Todo un acierto de programación por parte del Festival Internacional de Música y Danza que tuvo como respuesta una iglesia abarrotada y al público absolutamente entregado en el aplauso final.
Mercedes García Molina
MUSIca ALchMIca
Lina Tur Bonet violín y dirección
Obras: Sonatas del Rosario (I) de Heinrich Ignaz Franz von Biber
Festival Internacional de Música y Danza, Monasterio de San Jerónimo, Granada. 9-07-22
Foto © Fermín Rodríguez