Nos ha llamado la atención la decisión de Sokolov de no incluir ninguna pieza de Beethoven en su programa del ciclo Grandes Intérpretes, de Madrid (que repite en la mayoría de los conciertos del resto del curso). Sí lo hizo el año pasado. Otro aspecto más que acrecienta su aura de personalidad casi inaccesible. Este año se centró en Mozart y Schumann. Es bien conocida su aproximación a Mozart, desde un piano intenso y marcadamente percutido. Como si buscara en el piano moderno las sonoridades del piano clásico. Muy interesante el resultado en la apertura, con el Preludio y Fuga KV 394. Sonoridades pre románticas en el inicio y pulsación bachiana en la fuga. Igualmente, interesante, pero menos impactante, la Sonata num. 6 KV 331. Alargando los tempos de manera bellísima, sin romper la línea musical. Incluso en el Allegro alla turca. Sokolov busca y consigue, en Mozart, que seamos capaces de escuchar todas las notas de cada pieza. Técnica prodigiosa para alguien a punto de cumplir los 70 años.
La misma sensación de admiración que tuvimos, el año pasado, con la interpretación de los opus 118 y 119 de Brahms, se repitió con la del Bunte Blätter, opus 99 de Schumann. Un ramillete de piezas (14 en total), muy poco interpretadas (Richter…), quizás por la falsa sensación de ser un programa surgido con espíritu de “refrito” musical de obras inconexas. No creo que sea justo. Schumann consigue cautivarnos con toda clase de emociones, en apenas media hora que, por momentos, se proyecta entre lo mejor de su catálogo.
Un corpus intenso y valioso, que el propio Brahms reconoció al utilizarlo en sus Variaciones opus 9. Sokolov se enfrenta a la partitura con la melancolía e introspección que demostró el año pasado en Brahms. Hasta el punto que conectó la obra con las dos primeras propinas, provenientes de las piezas crepusculares que interpretó en su anterior visita. Un acierto. El agradecimiento del público fue honesto y creíble. Y Sokolov volvió a ser generoso en su concierto paralelo de propinas (Brahms, Chopin, Bach...).
Juan Berberana
Grigory Sokolov, piano.
Obras de Mozart y Schumann.
Ciclo Grandes Intérpretes. Auditorio Nacional, Madrid.