Josetxu Obregón y su violonchelo tienen una larga carrera juntos. Aunque se ha especializado en la interpretación histórica usando un instrumento de Sebastian Klotz de 1740, su técnica se ha forjado en un instrumento moderno. Con toda probabilidad, ha «pasado» por Schumann, Dvorák, Kodály. Su mano izquierda deslizándose por el mástil a gran velocidad, sus cuatro dedos agarrándose con precisión milimétrica al sitio exacto de la cuerda dan muestra de su buena escuela y su alta exigencia interpretativa.
Antes de comenzar a tocar nos enseña y explica cómo es su violonchelo barroco y la elección repertorio. De la Basílica de San Petronio de Bolonia al Palacio de Köten, así se tituló el recital, es música de los primeros compositores que dan voz y protagonismo al violonchelo.
Empieza y termina con dos suites de J. S. Bach, escritas en Köthen cuando este trabajaba para el príncipe Leopold. Podrían haber sido concebidas como obras didácticas, poco conocidas, hasta que dos siglos después Pau Casals las llevara al ámbito del concierto, y desde entonces son hoy reconocidas como imprescindibles en el repertorio de los grandes intérpretes por su belleza y su dificultad.
Pero ya había en pleno barroco grandes instrumentistas, virtuosos del violonchelo, sobre todo en Bolonia, como Domenico Gabrielli, del que escuchamos dos de sus siete Ricercar, título que viene a decir ‘buscar’, ‘descubrir’, y que aún escritas no pierden su carácter improvisatorio. El otro gran compositor boloñés es Giovanni Battista Vitali, del que escuchamos una Toccata y una Bergamasca, esta última una danza de cortejo muy popular en Bérgamo.
Josetxu Obregón nos trae a Madrid estas joyas barrocas que interpreta con entusiasmo para un público que llena la Iglesia Alemana Evangélica del Paseo de la Castellana. Cercano y natural, se ofrece al terminar para conversar con quien quiera saber más de lo que hace. Y antes de salir nos regala con un Capricho de Guiseppe María Dall´Abaco.
Un gran concierto, no se esperaba menos de este ciclo “Soledades” de El canto de Polifemo.
Sol Bordas
Josetxu Obregón, violonchelo barroco.
De la Basílica de San Petronio de Bolonia al Palacio de Köten. Obras de Gabrielli, Vitali y Bach.
Iglesia Evangélica Alemana de Madrid.
Ciclo Soledades, de El canto de Polifemo.