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Crítica / Sjaella inaugura los conciertos de la Fundación Juan March - por Simón Andueza

Madrid - 04/10/2024

La inauguración de la Temporada 2024/2025 de la sede madrileña de la Fundación Juan March no pudo mejor. Con un grupo de cámara, Sjaella, que se adecuaba magníficamente a la mejorada acústica de su remozada sala, quienes demostraron una calidad musical excelente. El repertorio escogido fue muy agradable para el público, pero realmente exigente para el grupo vocal. Su  puesta en escena y su expresividad fueron fastuosas e hicieron las delicias del público, que como siempre desbordó el aforo de la sala de la Calle Castelló.

El programa que ofreció el conjunto alemán fue deliberadamente ecléctico, desatancándose su carácter de ‘extraordinario’ por los organizadores del evento, puesto que se trató del concierto inaugural de su presente temporada que consta de unas 160 citas musicales, abrumadora cifra que abarca desde la música medieval hasta la contemporánea, junto a géneros como el jazz, la bossa nova, el flamenco o el swing. Bajo el título de ‘El poder de las voces femeninas’, Sjaella realizó una teatral y efectista escenografía.

Debemos agradecer sinceramente la elaboración de la cuidada y profusa programación musical de la Fundación Juan March, y más concretamente a su máximo responsable, Miguel Ángel Marín, que nos permite disfrutar de agrupaciones como Sjaella. Sin la exhaustiva labor de la puesta en valor que realizan de quien protagoniza sus veladas, seguramente el público español no podría disfrutar de eventos tan satisfactorios como este que indescriptiblemente no frecuentan la programación del circuito concertístico principal de nuestras salas más prestigiosas.

La primera de las piezas, un arreglo muy vistoso de Prelude for the birds de la Masque The Fairy Queen de Henry Purcell, sirvió de presentación escénica del conjunto alemán, que pareciera estar conformado de cuatro integrantes, mientras que dos de sus intérpretes silbaban melodiosos y efectistas cantos de aves desde el patio de butcas, quienes se incorporaron a escena poco después.

Tras esta risueña presentación escénica tomó la palabra la primera de las integrantes de Sjaella, en total fueron cinco de sus miembros quienes realizaron labores de presentación hablada, explicando, muy amablemente, la temática y el carácter musical de las obras interpretadas a lo largo del recital.

Le chant des oiseaux de Clément Janequin, en arreglo para sexteto femenino de Susanne Blache, fue lo que escuchamos en primera instancia. Abreviado de un modo tajante para lucir la sección onomatopéyica de esta joya musical, fue quizás la obra que se mantuvo alejada del alto, altísimo, nivel musical de Sjaella, puesto que la tesitura resultó demasiado extrema para sus voces tanto graves como agudas al interpretar su música demostrando un rigor armónico extraordinario que no pervirtiera sus acordes, pensados originalmente para otro tipo de conjunto vocal.

La siguiente pieza, Dolci cantavi, de la compositora Caroline Shaw, mostró en su esplendor al conjunto vocal, manteniendo primeramente un diálogo policoral absolutamente equilibrado y disciplinado sobre el que se conformó un complejo engranaje a seis voces en su segunda parte repleto de belleza y que mostró la verdadera complicidad y maestría del conjunto germano.

Siguieron cuatro extractos arreglados de The Fairy Queen, deliciosamente ejecutados, pero la pieza que cerró la primera mitad del concierto merece una especial atención. Bajo el título Hypophysis, compuesta por Shara Nova y con arreglos del propio grupo, su temática explícita sobre la menstruación femenina fue un delirio constante en su ejecución, teatralizada, de una naturalidad fastuosa y haciendo que su temática tan delicada para nuestra actual sociedad repleta de tabúes, pero tan natural para toda mujer, resultara a su vez hilarante en su ejecución y baluarte del empoderamiento femenino en todo su esplendor. El nivel vocal y musical demostrado en su ejecución fue en todo momento excepcional, y la expresividad de cada una de las componentes de Sjaella y la complicidad con la que se metieron al público en el bolsillo antes del descanso seguro que pasará a formar parte de uno de los momentos más recordados de los conciertos de los últimos tiempos de la Fundación Juan March.

Tras la pausa, la temática del concierto se volvió más popular, aunque las piezas que la conformaron en su segunda mitad mantuvieron un nivel musical muy alto, repleto de complejas armonías y de ritmos arduos que exigían una concentración absoluta a las cantantes de Sjaella, y que no solo la ofrecieron, sino que la rebasaron mostrando una calma escénica que permitió que cada una de las obras interpretadas fuera toda una maestría en su juego teatral.

Las piezas interpretadas permitieron lucir las cualidades vocales individuales de las integrantes de Sjaella, puesto que casi todos sus miembros contaron con su correspondiente fragmento solista. Así, brilló especialmente la soprano Viola Blache, quien se ocupa del registro más agudo del conjunto vocal, el que más destaca por su tesitura, pero al que Blache supo dar una personalidad, belleza tímbrica y dominio del instrumento de una total y ejemplar personalidad y limpieza en su afinación.

Helene Arben, alto, fue su voz antagónica más poderosa del ensamble alemán, quien, además de su belleza sonora, aportó una seguridad tonal en sus graves rotundos que mantienen a Sjaella en una completa seguridad armónica constante.

Las cuatro cantantes que completan  el grupo mostraron un altísimo nivel musical y vocal con un envidiable compromiso grupal que demostraron en cada interpretación que conformaron un delicioso e inolvidable concierto.

Tras la calurosa ovación del público madrileño, Sjaella ofreció fuera de programa una deliciosa pieza de despedida nocturna, Gute nacht, repleta de belleza armónica y sonora, no sin antes agradecer de corazón a los organizadores del concierto su labor y de alabar la sala en la que estábamos todos presentes y su programación, algo en lo que no puedo estar más de acuerdo.

Simón Andueza

 

Sjaella. Viola Blache, Marie Fenske, y Franziska Eberhardt, sopranos, Marie Charlotte Seidel, mezzosoprano, Luisa Klose y Helene Erben, altos.

El Poder de las Voces Femeninas. Obras de Henry Purcell, Clément Janequin, Caroline Shaw, Meredi Arakelian, Shara Nova, Michael, McGlynn y Anónimos.

Concierto extraordinario de inauguración de la Temporada 2024/2025 de la Fundación Juan March, Madrid, 2 de octubre de 2024, 18:30 h.

 

Foto © Dolores Iglesias Fernández / Archivo Fundación Juan March

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