El Festival de Verano del Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial presentó una producción del Palau de les Arts de Valencia de la popular ópera de Puccini, Madama Butterfly, con un atractivo cartel vocal que contara con Ainhoa Arteta en el papel de Cio Cio San, Marcelo Puente como Pinkerton, Cristina Faus como Suzuki y Gabriel Bermúdez como Sharpless, entre otros.
Obra rotunda que justificó una vez más su lugar privilegiado en el favor de productores y de público. Y es que su ajustado libreto no deja cabos sueltos sin perjudicar un ápice el fluir natural del drama y de una música impregnada de aquél, o viceversa, maravilla para este género. Magistral plasticidad en torno a una cascada de detalles fatales para una tragedia anunciada.
Una tragedia universal y, de esta guisa, más griega, casi quijotesca, que japonesa u oriental, pese a su pretendida temprana ambientación de antagonismos bélicos en pantalla, en los que tampoco se ahonda demasiado. Y en este sentido se sumió el desolado desenlace, cuando algunos aspectos formales, consustanciales a la idiosincrasia cultural de sus personajes, se estaban desfigurando… hasta peligrosamente…
Panegírico utópico con relativo sesgo intemporal de un quijotismo trágico y redentor, con, eso sí, concretas coartadas históricas y políticas, como dije al arranque, y radicalmente femenino, con loables y enérgicas, heroicas reivindicaciones, no sin sus dosis de ironía. Denuncias sangrantes ayer y hoy, y trágicamente actuales.
La escena, dirigida por Emilio López, se ajustó con gusto, limpieza y coherencia dramáticas al canon tradicional donde, personalmente, hubiera dado algo más de juego y variedad a sus aciagos momentos finales, justificados, es verdad, desde un tono general de intimidad, desolación y silencio, pero que resultaron un tanto predecibles y ensombrecidos tras las ponderadas propuestas escénicas desplegadas antes. Unas escenas fluidas y contrastadas en aquellos dos primeros actos que convergieron en un mágico interludio danzado, de querencia espectral, que acompañara al extático coro a boca cerrada. A la sazón, fueron sus puntuales intérpretes en el foso de este Teatro-Auditorio escurialense: el Coro y la Orquesta Verum dirigidos, con soltura y dominio, por Giuseppe Finzi.
Emotividad garantizada a la postre pero arraigada en la exposición de un lúcido primer acto, donde brilló el eficiente consorcio de los protagonistas de sus múltiples desafíos escénicos y canoros, con un Pinkerton, Marcelo Puente, que apuntara ya aquí notables presencia, carácter y definición vocal. Una imprescindible proyección vocal, favorecida desde el proscenio, en la que le acompañaron al punto, Cio Cio San, Ainhoa Arteta, la formidable protagonista titular, y su compuesta y cabal doncella Suzuki, Cristina Faus.
Luis Mazorra Incera
Ainhoa Arteta, Marcelo Puente, Cristina Faus, Gabriel Bermúdez, Francisco Vas, Fernando Latorre, Isaac Galán. Orquesta Sinfónica y Coro Verum / Giuseppe Finzi. Emilio López, director de escena. Manuel Zuriaga, escenografía. Mónica Teijeiro, vestuario. Antonio Castro, Iluminación. Miguel Bosch, video-creación.Madama Butterfly de Giacomo Puccini.
Festival de Verano del Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial. Madrid.
Foto © Palau de Les Arts / Mikel Ponce - Miguel Lorenzo