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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Roxana y Joana (OSCyL) - por José M. Morate Moyano

Valladolid - 01/05/2021

En 2º programa del Abono de Primavera y 14º del General, la OSCyL, con su nuevo Gerente Jesús Herreras al frente del Equipo Técnico y Artístico, presentó a Roxana Wisniewska Zabek (Valladolid, 1995); 4ª generación de violinistas de origen polaco (abuelo y padres en la OSCyL fundacional), hoy en Staatskapelle Berlín Academia y ya en la lista de la Filarmónica de Berlín; experiencia como solista con diversas Orquestas y pluri-premiada en diferentes Concursos y con su “José Contreras”, 1767, abordó el Concierto para violín, op. 15 (1939) de B. Britten (1913-1976). Actuó como Directora invitada Joana Carneiro (Lisboa, 1976), que nos visitó por 2ª vez y lo es en la O. S. P. del Teatro San Carlos lisboeta, en el Estágio Gulbenkian para Orquesta y Principal invitada de la Real Filharmonía de Galicia; dirigió además la Sinfonía nº 5 en Re m., op. 47 (1937) de D. Shostakóvich (1906-1975).

El Concierto de Britten, técnicamente complejo y maduro a pesar de los 26 años del compositor, quien lo dedicó a Henry Boys su Maestro en el Royal College de Londres, se estrenó en New York por el célebre violinista español Antonio Brosa. Desde entonces fue siendo revisado por el autor, sin perder nunca su idea inicial de alegato y oposición contra las guerras y tal vez de amor por Pears, su compañero toda su vida. La vallisoletana Roxana lo tocó con gran seguridad, dominio técnico imprescindible para solventar sin tacha las duras dificultades que se le plantean al violín, temperamento musical, presencia escénica y capacidad dinámica y de colorear cada frase de modo apropiado.

Tras los iniciales golpes de timbal a modo Beethoven, crecientes, seguidos por fagot y graves ostinato, entró Roxana “dulcísima y expresiva” con su triste cantilena, de lo que Britten comentó: “”es serio pero con melodías””; tipo Prokofiev, el scherzo irónico e imaginativo como moto perpetuo, llevó a la gran cadenza que Roxana hizo intensa en sus preguntas y retoma de temas; el trío para 2 flautines y tuba (como portadora de malas nuevas) estuvo excelente, igual que trombones y cuerdas de doliente unísono en la Passacaglis a lo Purcell y Bach; el violín volvió a su cantilena con variaciones en diálogo con la orquesta, vals, capricho y marcha con fanfarria justa y ecos mahlerianos, para un emotivo final donde Roxana jugó con el Fa y el Sol b. para establecer el claro-oscuro síntesis de desastre y esperanza. Joana entendió y se entendió muy bien con todos los implicados en el Concierto y completó una lectura de alto nivel, a la que la Sala respondió con las pertinentes y reiteradas ovaciones, mientras, Violetta, la madre de Roxana, desde su 1er. atril, contenía a duras penas la satisfacción y lógica emoción, más que justificada.

Quien fue buen amigo de Britten, D. Shostakóvich, completó esta 1ª sesión de las 3 que cumplen con el programa. Y lo hizo con su 5ª en Re m., lógica compañera para el Concierto por su temática anti-bélica intuída en esos años y crítica a un sistema que le produjo tantas dificultades. Desde su estreno estuvo acompañada por el éxito y aquí volvió a repetirse, pues la Carneiro derrochó energía en su versión, bien definida y dirigida con gesto claro y tensión; algún exceso corporal y un leve decaimiento en el centro del Largo, pueden justificarse por la vitalidad imprimida y la sostenida tensión exigida tras la que fue magnífica intervención de la flauta.

Cada movimiento tuvo su aquél y familias y solistas tuvieron gran acierto, comenzando por el clarinete en su dramático inicio, los metales en la grotesca marcha, concertino, cuerdas con sordina y celesta; buen ataque de las cuerdas graves en el Allegretto y bello el vals de violín y arpa, con Joana destacando bien las distintas tímbricas rítmicas; creciente la tensión en el juego lírico meditativo a 8 de las cuerdas, añadiéndose el oboe a los ya señalados; un puntín rápido el Allegro, “non troppo”, que poco a poco fue reposando al oler a Chaikovski para conducir al explosivo y brillante final, con el tutti empastado y entregado al sentir de Joana Carneiro, que alcanzó un rotundo éxito junto a todos sus músicos.

José M. Morate Moyano

Roxana Wisniewska Zabek, violín. Sinfónica de Castilla y León / Joana Carneiro.

Obras: B. Britten y D. Shostakovich.

Sala Sinfónica “Jesús López Cobos” del CCMD de Valladolid.

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