En 1927 España vivía en plena dictadura de Primo de Rivera, iniciando ésta el fin de la misma; reinaba, por lo tanto, Alfonso XIII y se vivía cierta convulsión social, política y económica que tuvo su reflejo, como es lógico, en las artes y en la música. Al mismo tiempo, en Estados Unidos se vivían los “locos años 20” previos al crack del 29, que poco después asoló el continente europeo. Esos años locos encuentran reflejo en la música a través del charlestón, el jazz y el blues.
Pues bien, todo esto está presente de una forma aparentemente ligera en El sobre verde, la revista que el Festival de Teatro Lírico Español, de Oviedo ha puesto en escena dentro de su XXVI temporada. Supone la recuperación de una obra de Jacinto Guerrero, autor casi “condenado” a ser recordado solo por Los gavilanes, El huésped del sevillano o La rosa del azafrán mientras otras muchas de sus obras reposan en el cajón del olvido. Y revolviendo cajones alguien ha decidido rescatar este sainete.
¿Decisión acertada? Ninguna recuperación es baldía; sin embargo, reconozcamos que estas obras, nacidas como obras ligeras para hacer disfrutar a un público concreto en un momento concreto difícilmente aguantan el paso del tiempo. Prima lo hablado sobre lo cantado quedando lo lírico relegado a un segundo plano. Los ritmos norteamericanos antes citados y otros que nos son más propios aparecen en la revista y le dan un ritmo que Arturo Díez trató de llevar a buen puerto con los apenas doce músicos con los que contó.
Los músicos y actores creen en el proyecto y se entregan con ilusión. No hay grandes voces; tampoco se piden. El público disfrutó, se rio y aplaudió con gana al final. ¿No es esto, acaso, lo más importante?
Enrique Bert
Rafa Blanca, J.J. Sánchez, Lola Casariego, Alfredo García, Carolina Moncada, Rafa Maza y otros. Oviedo Filarmonía. (Marzio Conti).
Dirección de Escena: Alberto Castrillo-Ferrer.
Dirección Musical: Arturo Díez.
El sobre verde, de Jacinto Guerrero.
Teatro Campoamor, de Oviedo
Foto: Una escena de El sobre verde.