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Crítica / Ravel y Morlot, la conjunción que nunca falla - por Juan Carlos Moreno

Barcelona - 08/10/2024

El pasado 4 de octubre, L’Auditori de Barcelona inició una nueva temporada, toda ella concebida como una reflexión sobre la no siempre fácil relación entre la creación artística y la naturaleza. De ahí el lema “(Contra) natura”, que engloba tanto obras directamente inspiradas en el mundo natural como otras que, incidiendo en el medio humano, la ciudad o la tecnología, le dan consciente o inconscientemente la espalda.

El programa escogido para el concierto inaugural por la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC) y su titular Ludovic Morlot casaba a la perfección con esa idea directriz. Se abrió con un ramillete de cinco canciones de Frederic Mompou sobre versos de Josep Carner (“Damunt de tu només les flors” y “Jo et presentia com la mar”), Tomàs Garcés (“Cançó de la fira”), Juan Ramón Jiménez (“Pastoral”) y Ramón Cabanillas (“Aureana do Sil”). De carácter intimista, en todas ellas los sentimientos del poeta hallan una correspondencia en la naturaleza, correspondencia que, a su vez, es evocada por la música. La elegante y respetuosa orquestación que, por encargo de L’Auditori, ha hecho Albert Guinovart resalta precisamente esa cualidad evocadora. La expresiva naturalidad que exhibió la soprano Núria Rial permitió disfrutarlas de manera ideal.

El contraste con la Rhapsody in blue no podía ser mayor. Su propio creador, George Gershwin, la definía como “una especie de caleidoscopio musical de Estados Unidos: de nuestro vasto crisol, de nuestro carácter nacional único y de nuestra locura metropolitana”. En ella, la naturaleza deja paso al frenesí urbano, representado por la espontaneidad rapsódica, las armonías jazzísticas y, sobre todo, esa pulsación rítmica sincopada que solo se calma para dejar paso, ni que sea momentáneamente, a un pasaje de aliento más romántico. El pianista Lucas Debargue atacó la obra de manera prodigiosa, jugando de manera virtuosística con sus ritmos y sacando a relucir también su componente más lírico. A su lado, Morlot convirtió la orquesta, convenientemente reforzada por saxofones y un banjo, en una enorme big band. Mención destacada merece el solista de clarinete, Pedro Franco, impecable en el célebre solo inicial de la obra.

La naturaleza volvió a adueñarse del escenario de L’Auditori en la segunda parte, toda ella integrada por el ballet Daphnis et Chloé de Maurice Ravel, un compositor que tendrá una presencia destacada durante toda la temporada. Nada extraño si se tiene en cuenta que Morlot y la OBC están llevando a cabo la grabación de su obra completa para el sello de L’Auditori.

Las expectativas aquí eran altas, pues el director, antes de alcanzar la titularidad de la orquesta, ya había interpretado la segunda suite del ballet, página que volvió a abordar la temporada pasada. En ambos casos, las versiones fueron tan brillantes en el plano sonoro como imaginativas y plásticas en el narrativo y expresivo. Su lectura de la partitura completa no defraudó, al contrario. No podía ser de otro modo, pues, más allá del conocimiento de esta música hasta el más mínimo detalle, Morlot es un apasionado de ella y sabe contagiar esa pasión a los músicos de la orquesta, a los cantantes del coro que tan destacado y original papel tienen en esta obra, y no menos al público. La suya fue así una versión exultante, vibrante de color, de matices, de fantasía, de evocaciones… Ravel definió su Daphnis y Chloé como “sinfonía coreográfica” y así la entiende también Morlot al cuidar la construcción sinfónica de la partitura y, a la vez, darle la fluidez narrativa propia del ballet.

La naturaleza imaginada por Ravel, sus riachuelos y fuentes, las aves, el viento, el mar, la salida del sol, todo cobraba forma, lo mismo que sus distintos personajes. La orquesta respondió a un extraordinario nivel, tanto a nivel de solistas (excelente, como siempre, el flautista Francisco López en la “Pantomime”) como de conjunto. Y no le fue a la zaga el Orfeó Català, con momentos tan destacados como el interludio entre las partes primera y segunda.

En definitiva, un grandísimo concierto que inaugura de la mejor forma posible la nueva temporada.

Juan Carlos Moreno

 

Núria Rial, soprano; Lucas Debargue, piano.

Orfeó Català.

Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya / Ludovic Morlot.

Obras de Mompou, Gershwin y Ravel.

L’Auditori, Barcelona.

 

Foto: Ludovic Morlot dirigió el concierto inaugural de esta temporada en L’Auditori de Barcelona / © L-M. Mazzucco

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