El pasado martes, 17 de noviembre, tuvo lugar en el Auditorio Nacional el concierto que ofreció el Cuarteto Quiroga a una completa sala de cámara. Uno de sus acicates era la interpretación del Quinteto nº 4 de Boccherini junto a la guitarra de Cañizares y el otro, el estreno de la obra del guitarrista “Las lunas de Madrid” encargo del CNDM. Además, los Quiroga interpretaron el “Cuarteto de cuerda nº 3” de Boccherini y el “cuarteto de cuerda nº 1” de Ginastera.
La velada comenzó con el número 1 del compositor italiano, que templó el ambiente y preparó los ánimos para lo que estaba por venir. Es esta una obra que preludia el famoso fandango pero que pasa más desapercibida y que el Quiroga aprovechó para demostrar la calidad de su sonido y su fuerza expresiva. Después llegó el turno de Cañizares, guitarrista que, desde hace no mucho, se programa regularmente en el Auditorio.
En esta ocasión, el público esperaba con impaciencia su intervención para poder escuchar el famoso “Quinteto para guitarra y cuerdas nº 4 en re mayor ‘Fandango’, muy popular entre los amantes del instrumento y que los guitarristas disfrutan tocando porque, a pesar de su sencillez técnica, el resultado sonoro es muy atractivo. Sin embargo, llegado el momento, la interpretación no fue como se esperaba: Cañizares utilizó amplificación, pero su sonido solo se intuía. Durante los tres primeros movimientos, y pese a que el cuarteto tocó con gran sutileza, la guitarra apenas se escuchaba, y en el cuarteto, con algo más de intención, el fandango no brilló como debía. Una lástima teniendo en cuenta que esta obra suele ganar mucho interpretada en directo.
Mediado el concierto se estrenó “Las lunas de Madrid”, siguiendo el hilo marcado por Boccherini y que inspiró a Cañizares. Encargo del CNDM, la obra está formada por cuatro movimientos que, sólo en los números, recuerdan a la del italiano. Aquí sí se escuchó mejor la guitarra y, en general, el cuarteto se sintió más cómodo.
El broche de oro llegó de la mano del Cuarteto nº 1 de Ginastera. Una obra muy visual que utiliza recursos técnicos llamativos y rompe algunos esquemas formales y tonales. Los Quiroga mantuvieron al público atento y dotaron a su interpretación de una energía vibrante. El cuarto movimiento, una recapitulación en tempo Allegremente rustico, alentó y consolidó la fama y los reconocimientos que la formación ha cosechado a lo largo de su trayectoria.
por Esther Martín
Cuarteto Quiroga & Cañizares
Auditorio Nacional de Música
CNDM
Foto: Cuarteto Quiroga & JM Cañizares / © CNDM - Elvira Megías