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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Primer concierto de la temporada, que era el segundo

Vitoria-Gasteiz - 28/09/2020

No, no se trata de despistar al lector con un pobre juego de palabras sino de tratar de ser riguroso queriendo aclarar que el primer programa de la nueva temporada de la Sinfónica de Euskadi –desde ya, Euskadiko Orkestra, su nuevo nombre oficial- ha sido doblado en todas las ciudades, de manera que se produce un concierto a las 18:00 h. y otro a las 20:30. Las obras programadas en esta primera cita, las nueve sinfonías de Franz Schubert, han sido planificadas y servidas de dos en dos, con lo que uno casi ignoraba que obras le corresponderían en su concierto. Un servidor, en la segunda cita del día, pudo disfrutar de las sinfonías 3ª y 9ª, la Grande.

Sigo pensando que los aficionados vascos somos muy afortunados de tener a Robert Treviño al timón de esta nave que es nuestra orquesta; la versión de la Sinfonía nº 3 en Re Mayor, D. 200 y producto de un joven de 18 años ha sido gozosa al máximo, dejando el director volar a la orquesta y delinear esa música tan cantabile –no creo que sea casualidad que el mismo año de su composición Schubert creara también más de cien lied- y donde, por ejemplo, el allegretto cargado de humor y positivismo nos transportó al mundo de la danza popular. Una gozada en las manos de Treviño que nos dio la oportunidad de escuchar una obra que no se prodiga en exceso en los atriles y que, como es norma, no se estrenó hasta años despues del fallecimiento del compositor.

La Sinfonía nº 9 en Do Mayor, D. 944, conocida como La Grande es una obra en la que la evolución del compositor con respecto a la obra antes citada es evidente. No solo porque se refuerza el metal y se dota de mayor consistencia a la estructura de la obra, además de su duración, doblando casi la de la anterior sinfonía sino porque mientras la primera desprende aromas más propios de Rossini o Haydn la segunda bebe directamente de la tradición beethoveniana. Y, una vez más, el gran triunfador resultó un director en estado de gracia que sabe moldear a la orquesta hasta conseguir un sonido como pocas veces se ha escuchado.

Este concierto, en su segunda versión, supuso el reencuentro del abonado con su orquesta. Cada concierto es un tetris de organización pero solo nos queda agradecer a todos los implicados el esfuerzo realizado y el alto nivel artístico ofrecido.

Enrique Bert

Teatro Principal, de Vitoria-Gasteiz. Euskadiko Orkestra.
Obras de F. Schubert.
Dirección musical: Robert Treviño.

 

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