Interesante tríptico el presentado por la Compañía Nacional de Danza dirigida por Joaquín de Luz, bailando, sucesivamente y en este orden, músicas de Beethoven, Ligeti y Shostakóvich en la carta de un estimulante menú en el Teatro de la Zarzuela madrileño.
Tres partes, pues, claramente diferenciadas que se caracterizaban a priori por la trascendencia y, relativas abstracción y modernidad de las músicas empleadas.
Músicas no creadas originalmente para el ballet (en algún caso, abiertamente alejadas), pero que se prestaron, por mor de la consumada destreza de sus preciados coreógrafos, a coherentes representaciones danzables.
Unos planteamientos que, así, glorificaron los recursos e ingenio de los tres coreógrafos en liza. Respectivamente: Hans van Manen en un arduo Beethoven, Christopher Wheeldon en las breves piezas de Ligeti y Alexei Ratmansky para un Shostakóvich extrovertido de esplendor de concierto solista. Cada cual, técnicamente más imaginativo en la inteligente adaptación de estas músicas a la danza.
Vayamos por orden:
I - (Grosse Fuge) Dinámica, plena de cuadratura y simetrías, ajustada con precisión, la trascendente Gran fuga de un Beethoven crepuscular dio inicio a este triple espectáculo. Una obra comprometida, también, para el elenco instrumental en el foso: la Orquesta de la Comunidad de Madrid dirigida por Manuel Coves,
Un arranque sólido, conceptualmente denso, con cierto grado de riesgo en su progresiva y simbólica coreografía, con giros transgresores para una partitura que no precisa presentación.
Brillantez y sorpresa en las ideas de base, que se impusieron a todo el meollo musical interno y presentaron sus simetrías transversales. Y digo esto, porque en una referencia subliminal al margen del guión, curiosamente el empleo inicial abiertamente segregado del elenco bailarín sobre las tablas, me recordó otros planteamientos formales de las secciones de la orquesta, también iniciales y segregadas, de Shostakóvich en sus aclamadas sinfonías. Precisamente el autor de la última pieza bailada hoy.
II - (Polyphonia) Ligeti ofreció otra dimensión. Geometría, elegancia y técnica a raudales. Mayor vistosidad y aprecio de los solistas bailarines en papeles realizados con esmero. Arte y técnica aunados que, quizás, en otro contexto más contrastante, hubieran brillado más.
Cuadros, todos ellos, de semejante validez y calidad con estimulante resultado conjunto, donde el fino contrapunto y frecuentes texturas canónicas estaban al orden del día tanto en la música (ricercare) como, sobre todo en lo que aquí nos ocupa, en la danza.
III - (Concerto DSCH) Para terminar, lo dije, un extrovertido Shostakóvich con su inspirado Segundo concierto para piano bajo el brazo. Las cualidades antes indicadas en cada una de las dos piezas anteriores, en cierto modo se dieron cita en esta otra que así lo permitía por sus características, tanto musicales como coreográficas añadidas.
Brillantes primer (Allegro) y sobre todo segundo movimiento (Andante), tanto por los solistas como por el resto del elenco, bello uso de una acertada paleta de colores general y claros guiños al celebrado y (aún) popular ballet romántico de aquellas latitudes.
La obra se remataba coreográficamente con una más ligera y bastante más frágil en este contexto, parodia final, en su último movimiento (Allegro).
Tanto en Polyphonia como en Concerto DSCH, un protagonista destacado en el foso, Mario Prisuelos en el exigente rol de piano solista.
Luis Mazorra Incera
Elenco de la Compañía Nacional de Danza (15 julio):
Grosse Fuge / Clara Maroto y Jose Alberto Becerra; Pauline Perraut y Juan Jose Carazo; Shani Peretz y Alessandro Riga; Laura Pérez Hierro y Anthony Pina.
Polyphonia / Main Pas: Lauren Lovette y Alessandro Riga. Wedding Pas: Shani Peretz y Jose Alberto Becerra. Waltz Pas: YaeGee Park y Anthony Pina. Joke Pas: Ana Mª Calderén y Mario Galindo.
Concerto DSCH / Pareja: Kayoko Everhart y Toby William Mallitt. Trío: Ana Mª Calderén / Joaquin de Luz / Mario Galindo. Bailarines naranja: Laura Pérez Hierro, Natalia Butragueño y Pauline Perraut; Felipe Domingos, Daniel Lozano y Miquel Lozano. Bailarines rojo: Ayuka Nitta, Sara Khatiboun, Celia Dávila e lrene Ureña; lker Rodriguez, Álvaro Madrigal, Niccolò Balossini y Milos Patiño.
Mario Prisuelos, piano.
Orquesta de la Comunidad de Madrid / Manuel Coves.
Música de Beethoven, Ligeti y Shostakóvich.
CND. Teatro de la Zarzuela. Madrid.