Calidad de primicia tiene la obra de García Abril, Poemario Concierto para violín y orquesta de cuerdas, contando como solista con José Manuel Álvarez Losada, que realizó estudios de postgrado en la Universit für Musik und Darstellende Kunst Graz. No nos resistimos a la apreciación que Esther Sestelo Longueira, hace sobre nuestro maestro: La música garcíabrileña tiene la fuerza del color veneciano, la riqueza de los mosaicos bizantinos, la sensualidad y el movimiento del orientalismo, y la seriedad y sobriedad de los policromistas españoles. El espacio creativo de su música, en el apartado concertante, también nos dejó otra composición dedicada al violín con orquesta. Se trata de Cadencias, obra muy sui generis, ya que alterna una muy bien trabajada parte solista encomendada al violín, con una gran orquesta que apoya y contrasta las intervenciones, virtuosas o eminentemente líricas, del violinista. Éste, en efecto, parece estar desarrollando una serie de diversas cadencias, sobre supuestas melodías. Lo admirable es la trabazón de la obra, pese a no sujetarse a la tradicional forma sonata sino a una estructura que asemeja a un complicado puzle maravillosamente ensamblado por el compositor. Desde la distancia en la imaginable perspectiva, distinta es la dimensión de Poemario, evidente continuación, a sabiendas de la capacidad de García Abril para entroncar con su actual visión de la música concertante. Mérito para un solista que colaboró interesadamente en su evolución.
La madrugada del panadero de Rodolfo Hallfter, es un ballet que hizo su presentación con la Compañía La Paloma Azul y del mismo la pintoresca suite en tentadores cuadritos sonoros, en un juego de danzas sucesivas que remedan libremente el original en una entretenida variedad de timbres y metros. Diáfana al tiempo que sencilla, sobre el ballet cincelado por José Bergamín, contando con una coreografía de la directora de la compañía, Anna Sokolov, y una escenografía de Manuel Rodríguez Lozano. Nabor Hurtado González, comentaría: Simpatizamos francamente con esta forma de ballet español: picaresco, sutil, impregnado todo él de la sal andaluza, y aún cuando Don Lindo de Almería, es superior a La madrugada del panadero, no por ello esta obra carece de encantos. La muy conocida Sinfonía en Re, de Juan Crisóstomo Arriaga, es obra que cumple sus requisitos dentro de los parámetros de un clasicismo de perfecta factura, plantándose sus reales desde el Allegro con brio.
Ramón García Balado
LXI Curso U.I. de Música en Compostela
Álvarez Losada. Real Filharmonía de Galicia/ Maximino Zumalave. Obras de A. García Abril, R. Halffter y J.C. Arriaga
Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela
Foto: José Manuel Álvarez Losada.