Un viaje planetario desde los países nórdicos, Finlandia y Noruega, al sur del continente americano, Argentina, fue la nómada propuesta musical del Sonor Ensemble dirigido por Luis Aguirre en el Ciclo de cámara y polifonía Satélites de la Orquesta y Coro Nacionales de España.
Un viaje que comenzó desde Finlandia, con la frescura y naturalidad heterofónica de unos imaginados músicos ambulantes: Pelimannit, cinco breves movimientos de Einojuhani Rautavaara.
Obra dinámica, sin demasiados matices aparentes que, en su expresa sugestión y abundante empleo de "disonancias", "consonantes" con la imagen requerida, me recordó aquel "Viaje a ninguna parte" de cómicos o juglares, a los que rindiera homenaje Fernando Fernán Gómez en su película.
De ahí pasamos al romanticismo escandinavo más delicuescente. Toda una marca de época con tersos dibujos melódicos y armonías. Protagonismo solista de Georgy Vasilenko en la Romanza de un compositor noruego nada frecuentado por estos lares, Johan Svendsen. Una personalidad con bastante menos singularidad que su compatriota romántico, Grieg, pero que, a cambio, demuestra un curtido dominio de este lenguaje con vitola romántica “globalizada”, llamada a menudo... "de salón". Dominio que se tradujo en una pieza convincente, de enorme ductilidad que debería ser más frecuentada en nuestros escenarios sinfónicos (la versión original es para violín y orquesta) o de cámara en arreglos como éste que escuchamos hoy.
Ya con el acordeonista Iñaki Alberdi, se abordaron dos de las tres obras "argentinas" que siguieron. La primera de ellas, Five Tango Sensations de Astor Piazzolla, redundó en su vena más lírica (Asleep/dormido) con secuencias armónicas siempre por encima de la novena, series de quintas y características progresiones de fundamentales, breves e insistentes motivos, o, también, en discursos cercanos al jazz (Loving/cariñoso). Progresión que pronto se embutió en el entallado traje de su obsesivo lenguaje entrecortado (Anxiety/ansiedad) junto a resonancias tradicionales, esencia del tango. Vuelta a aquel lirismo en "Despertar" con solo de acordeón, para concluir en fugado y pasacalle con Fear (/miedo) en clima más distante.
Impresiones de la Puna de Alberto Ginastera, de nuevo con Vasilenko como solista, nos devolvió, con consumado savoir-faire compositivo, a una senda más auténtica, imprevisible y enigmática, con un convincente final en forma de Danza.
La versión con acordeón de Tango variations de Federico Jusid remató festiva este programa, con contundentes sinergias de orquestación, luminosidad a tono con aquella propuesta titular y, mayor abanico de recursos instrumentales y modernidad técnica. Pareja brillantez con la que se abordara una propina "en punta" del propio autor, cercana al perpetuum mobile.
Luis Mazorra Incera
Sonor Ensemble: Georgy Vasilenko y Luminita Nenita, violines; Paula García, viola; José María Mañero, violonchelo; Laura Asensio, contrabajo; y Carlos Casadó, clarinete; y Sebastián Mariné, piano. Iñaki Alberdi, acordeón. Luis Aguirre, director.
Obras de Ginastera, Jusid, Piazzolla, Rautavaara y Svendsen.
OCNE-Satélites. Auditorio Nacional de Música. Madrid.
Foto: El Sonor Ensemble.