Un nuevo Proyecto Zarza es siempre una alegría para la Zarzuela y su histórico Teatro madrileño, y, claro está, para toda la música española en su conjunto.
Ver repletas las butacas del Teatro de la Zarzuela en un viernes a primera hora de la mañana, de diversos grupos colegiales de toda España, preguntando en el coloquio que siguió al estreno estricto de esta producción, entre otras cuestiones: — “¿Por qué no se difunde más la Zarzuela por el extranjero?”, es, cuanto menos, alentador.
Bueno, por el extranjero y por toda España sin ir más lejos, apostillaría yo… Que la multitud de adolescentes que abarrotaron platea y primer piso, se han trasladado ni cortos ni perezosos, aquí, a los madriles… y La Zarzuela también puede moverse… Siempre lo hizo, y con enorme éxito, por cierto.
La asignatura pendiente sigue siendo la tenaz divulgación en los formatos habituales de disco, vídeo... aparte del streaming o Youtube en su caso… de todas las, por lo general excelentes y, siempre, trabajadas a conciencia, producciones, sean nuevas como ésta, o no tan nuevas, que tanto da…
Y, quizás, deberíamos dejarnos de zarandajas ya que, en realidad, el enorme y variadísimo cajón de sastre que mal denominamos a estas alturas de la película: “zarzuela”, es sinónimo de “ópera española” (una extraña mezcla de supuesta precisión formal de melómano o erudito en ciernes, complejos y prejuicios).
El año pasado por agua con música de Federico Chueca y Joaquín Valverde, y texto original de Ricardo de la Vega (en versión de Enrique Viana) fue la titilante nueva producción del Teatro de la Zarzuela con este joven y entusiasta elenco.
Sobre las tablas, un selecto ramillete de cantantes, bailarines, actores y actrices, todo en uno (citados puntualmente en el faldón de la crítica), seleccionados tras público proceso de audiciones, y acompañados por un grupo de cámara con piano.
Todos ellos protagonistas de una función en la que percibí, a grosso modo y sin entrar en detalles, mayor presencia de los necesarios y determinantes elementos externos a los propios jóvenes, que en otros proyectos zarza anteriores a los que había asistido.
Trama coral, multitudinaria, democratizada en sus cuotas de protagonismo (para mi gusto, en exceso… aunque eso depende de la obra… claro, y que también ha sido elegida a la sazón…).
Con otras tramas podría haber más oportunidades para demostrar la evolución y lucimiento dramáticos de los verdaderos protagonistas aquí que son, ni más ni menos, que los jóvenes artistas, tanto en los atriles como en el escenario.
Lucimiento, eso sí, general, con una línea argumental perfectamente ordenada, numerada a golpe de campanada, y llevada a un concepto escénico coreográfico atravesado por las ideas citadas.
Aunque, el que suscribe, piensa que, al margen de la posible caducidad de la intención de los autores originales, a menudo ya consagrados (que de los demás, que se cuentan por decenas, nadie se acuerda…), las obras se pueden adaptar hasta un punto en el que, lo mejor, es hacer una obra nueva.
¡Enhorabuena una vez más!
En mi último texto sobre la previa nueva producción del Teatro de la Zarzuela de príncipios de año, escribí a algún incrédulo lector imaginado: “Los muertos que vos matais gozan de buena salud”.
Persevero. Hay futuro, porque hay presente.
Luis Mazorra Incera
Proyecto Zarza / ZARZUELA POR JÓVENES Y PARA JÓVENES.
Ficha Artística:
Dirección musical: Lara Diloy
Dirección de escena y escenografía: Marta Eguilior
Vestuario: Betitxe Saitua
Iluminación: Alfonso Malanda
Coreografía: Cristina Arias
Reparto: CLAUDIA BRAVO / ANNA CASTELLS / ANDRO CRESPO / ALBERT DÍAZ / CIELO FERRÁNDEZ / RAQUEL MARTÍN / SORAYA MÉNCID / AARÓN MONTES / PEPE NUFRIO / SYLVIA PAREJO / NURIA PÉREZ / DAVID PÉREZ BAYONA / RAQUEL DEL PINO / LAURA PONT / ADRIÁN QUIÑONES / MARCELO SOLÍS / SIGOR SCHWADERER / NACHO ZORRILLA
Grupo instrumental: Violín, MIRIAN JODAR / Viola, ADRIÁN ARECHAVALA / Violonchelo, BLANCA BUDIÑO / Contrabajo, ELISA CASTELLANOS / Flauta, GONZALO PALAU / Percusión, VÍCTOR GALLEGO / Acordeón, ENEKO SOTA / Piano, CARLOS SANCHÍS.
El año pasado por agua de Federico Chueca y Joaquín Valverde, y texto original de Ricardo de la Vega (versión de Enrique Viana).
Teatro de la Zarzuela. Madrid.