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Crítica / Oasis barroco - por Luis Mazorra Incera

San Lorenzo de El Escorial - 19/08/2021

Un oasis barroco, un espejismo el operado de la mano de un Nicola Antonio Porpora, compositor algo desdeñado en las programaciones regulares más allá de los textos históricos, con una versión de concierto de su ópera Carlo il Calvo, producción del Festival Barroco con Bayreuth ofrecida en plena canícula veraniega madrileña en el Teatro Auditorio de El Escorial. Festival Internacional de Verano de El Escorial de la Comunidad de Madrid que presume, así, de primera edición en estas fechas de agosto y septiembre.

Todo un brete interpretativo llevado con fluidez y arrojo. Voces (y, además, grandes músicos) especiales para la uniformidad de los tiempos que corren, al margen de los consabidos timbres en desuso moderno, algunas de ellas de incontestable claridad, expresividad y proyección en la grada de platea donde nos encontramos. Sus interesantes, amplios en algún caso, vibratos, trinos y, sobre todo, el control del intrincado dibujo del canto, con diabluras perfectamente sincronizadas con un siempre ligero y ajustado acompañamiento instrumental, hicieron, en inadvertido crescendo, las delicias de los presentes.

Y es que muy pronto tuvimos ocasión de comprobarlo en sus primeras arias. Como aquélla de tenor con su "adelantado" empleo, orquestación, de los instrumentos de viento "de época"; la de contratenor que le siguiera con sutil cadencia y, asombroso ajuste y concertación... o la espléndida de una soprano coloratura, sobrada en todos los registros y tesituras, incluido el grave también con una cadencia, si cabe, más arriesgada y vistosa...

Cualidades vocales individuales, concertantes y orquestales, que tuvieron buena muestra y síntesis después, en las dos esplendidas arias que siguieron al descanso o, ya en otro orden de cosas, en el impresionante y extenso dúo de su sección final, en una partitura no dada precisamente a los concertantes (al margen de recitativos y del exultante concertante final de rigor con todos). Un dúo que es, sin duda, y lo fue en esta ocasión también, clímax y pieza aparte en una magna obra escénica, resuelto, recreado aquí con verdadero esmero y contención.

Arias que, todo sea dicho, recibieron, puntual y gradualmente, aplausos espontáneos del respetable que trataba así de participar estableciendo, quizás, su propio ranking sobre la marcha.

Todo un sinfín, pues, de estimulantes páginas de un etapa dorada de la ópera que, en este tratamiento de concierto, reciben mayor detalle y atención debida. Una agilidad instrumental sin aspavientos, que contagia a menudo la faceta canora, y no al revés como penduleó en las épocas que siguieron y vivimos, y que se transmitió con relativa frescura y buen gusto en la administración de dichos abundantes recursos en liza.

Si es verdad que la obertura instrumental de la Orquesta Armonia Atenea dirigida por Markellos Chryssicos ya indicaba el camino, fue este paulatino transcurrir citado lo que fue descubriendo esta  belleza aparentemente inagotable, a menudo (pero no siempre, por fortuna) acompañada de fulgurantes dificultades, por momentos algo circenses en su insistente planteamiento original.

Una interpretación donde resulta difícil destacar alguno de sus cantantes que gozaron, todos ellos, de consumado brillo. No digamos ya aquéllos que coparon los personajes principales de la trama.

Los roles vocales corrieron a cargo de Franco Fagioli como Adalgiso; como Lottario: Max Emanuel Cencic; como Gildippe Julia Lezhneva; como Giuditta: Suzanne Jerosme; como Eduige: Nian Wang; como Berardo: Alexander Orellana; y como Asprando, Petr Nekoranec.

Una selecta experiencia musical, se diría que exquisita en este ámbito y, sin embargo, un espectáculo sin complejos, que así mismo, en versión de concierto, o, quizás, con algún otro aditamento, como subtítulos y alguna mínima representación o vestuario, bien puede salir de los angostos muros de la mal llamada "música antigua", sus públicos y sus exclusivos códigos de producción y distribución. En ese camino está… o debería estar.

Luis Mazorra Incera

 

Orquesta Armonia Atenea / Markellos Chryssicos. Reparto: Adalgiso: Franco Fagioli; Lottario: Max Emanuel Cencic; Gildippe: Julia Lezhneva; Giuditta: Suzanne Jerosme; Eduige: Nian Wang; Berardo: Alexander Orellana; y Asprando: Petr Nekoranec.

Producción del Festival Barroco con Bayreuth y Max Emmanuel Cencic, Franco Faggioli, Julia Lenzheva, Orquesta Armonia Atenea, en colaboración con Parnassus Arts Production.

Carlo il Calvo de Nicola Antonio Porpora con libreto de Francesco Silvanis.

I Festival Internacional de Verano de El Escorial. Teatro Auditorio San Lorenzo de El Escorial. Madrid.

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