Una versión de concierto del Orlando Furioso en el Teatro des Champs-Elysées muy relevante, con mucho público y muchos aplausos tanto durante la función como al final.
El Ensemble Vocal Lili Boulanger como coro tuvo una breve pero feliz intervención hacia el final de la ópera, una de las más conocidas y bellas del Prete Rosso con importantes grabaciones discográficas. Se ofreció en forma muy completa bajo la inspirada y vital batuta de Jean-Christophe Spinosi (llegó a interactuar con los cantantes) al frente del conocido y excelente Ensemble Matheus.
Los intérpretes también se movieron, y muy bien, aunque no he logrado saber si había alguien que unificara todo. Es cierto que como algunos de los cantantes poseen una personalidad muy marcada, es probable que al menos ellos tomaran las riendas por su cuenta.
Carlo Vistoli es uno de esos contratenores espléndidos que demuestran que pueden sonar ‘naturales’, y ofreció justo lo que se necesita en el protagonista: voz homogénea, bella, con un grave digno de ese nombre y un agudo fácil, brillante y sin esfuerzos. Fue además un placer oír sus recitativos y su articulación y seguir sus evoluciones en escena.
Spinosi recordó ante las ovaciones finales que en la edición anterior de hace años Orlando había sido interpretado por la Lemieux a quien había conseguido convencer -no sin alguna dificultad- de encarnar esta vez a la maga Alcina. La contralto canadiense, siempre pletórica, obtuvo un triunfo personal tanto en las arias de furor como en las melancólicas o líricas (tal vez algunas agilidades se hayan debido más a la fuerza de la interpretación que a la técnica en sí, pero no se trata de un reparo sino de una observación).
Mineccia no tendrá una voz tan bella como Vistoli ni su juventud, pero por lo demás es digno ‘rival’ en cuanto a técnica, estilo, y, si bien no hay total igualdad entre registros, la utiliza imaginativamente para caracterizar a su Ruggiero. Veterano con tablas y calidad sonora, el bajo De Donato fue un lujo en Astolfo. Sala, entre mezzo y contralto, fue una buena Bradamante muy atenta a la batuta del director (tuvo alguna incertidumbre en una de sus arias) y seguramente cuando adquiera más experiencia dará que hablar.
Labin, como en otras actuaciones, demostró ser buena técnica pero de voz pequeña e impersonal, y su Angelica no fue lo más impactante de la velada aunque no desmereció. Su amante Medoro fue encarnado por una voz que aún debe afianzarse en la emisión del agudo, la mezzo Charvet (debutaba la parte).
Jorge Binaghi
Carlo Vistoli, Marie-Nicole Lemieux, Filippo Mineccia, Margherita Maria Sala, Adèle Charvet, Ana Maria Labin, y Luigi De Donato.
Ensemble Matheus / Jean-Christophe Spinosi.
Orlando furioso de A. Vivaldi.
Teatro des Champs-Elysées, París.
Foto: Jean-Christophe Spinosi / © J.P. Millot