El segundo concierto de la temporada 20/21 de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria también estuvo sujeto a cancelaciones y cambios de programa debidos a la pandemia. En esta ocasión nos quedamos sin escuchar al gran Christoph Eschenbach y el programa también sufrió una total remodelación.
Pese a todo es de alabar la capacidad del conjunto grancanario y su titular para estar al quite y proponer un programa jugoso que se adapte a las actuales circunstancias. Fue un acierto incorporar al pianista Juan Pérez Floristán, uno de los más interesantes del actual panorama nacional, con el Cuarto concierto de Beethoven.
El sevillano nos ofreció una lectura desde el interior, meditativa y profunda, con una mano izquierda que subrayaba pasajes en el grave que habitualmente suelen quedar en segundo plano, optando en el primer movimiento por una imaginativa cadencia que se aparta de la habitual, respetando las características estilísticas de la pieza.
A destacar el movimiento lento donde se alcanzaron cotas de concentración y recogimiento como pocas veces se escucha en un concierto en vivo. Chichon y la orquesta supieron adaptarse a la visión del solista como si fuera la suya propia destacando la tensión insuflada al movimiento lento que aportó un muy contrastado marco a las frases más recogidas del solista.
La cuarta Sinfonía de Mendelssohn en manos de Karl Mark Chichon inundó de luz la sala sinfónica del Auditorio Alfredo Kraus, en una interpretación diáfana pero con músculo, a lo que ayudó una cuerda algo más nutrida que la semana anterior, de tensiones admirablemente reguladas, respirada con naturalidad, a la que tal vez se podría haber pedido un poco más de ternura en el andante. El Saltarello final fue una auténtica filigrana en la exposición de las variadas voces que lo componen, siempre claramente identificables, concluyendo la velada en una atmósfera exultante que se agradece en estos momentos.
Juan Francisco Román Rodríguez
Juan Pérez Floristán, piano. Orquesta Filarmónica de Gran Canaria / Karel Mark Chichon
Obras de Beethoven y Mendelssohn
Auditorio Alfredo Kraus. Las Palmas de Gran Canaria