Formidable y exclusiva iniciativa por parte de Patrimonio Nacional la que tuvimos el privilegio de degustar tan solo 36 personas debido a las actuales protocolos de higiene y seguridad, aunque también fue transmitido en directo por streaming, el pasado 6 de diciembre en el Salón de Alabarderos del Palacio Real, un concierto inaugural para la exposición pública del Belén del Príncipe, lujosa colección de figuras navideñas del siglo XVIII realizada en Nápoles y del que se conservan 80 piezas originales.
Tras unas breves y acertadas palabras de Llanos Castellanos, Presidenta de Patrimonio Nacional, en las que manifestó su deseo de que este sea el primero de muchos otros conciertos que permitan a la ciudadanía conocer y disfrutar de su fabuloso patrimonio artístico en su verdadero contexto, interrelacionando las diversas artes, como esta que aúna arquitectura, escultura y música, pudimos disfrutar de un apropiado programa elaborado por Javier Ulises Illán para la ocasión.
Todos los músicos presentes en esta matinée guardan una estrecha relación con el floreciente y apabullante centro cultural que era el Nápoles del siglo XVIII y con España. A su vez, la temática de cada pieza estuvo perfectamente ideada por Illán para describir distintos momentos y sentimientos que algo tan emotivo como un belén nos evocan: la Madre, con la pieza Alma redemptoris Mater de Johann Adolf Hasse, la esperanza y el ánimo, representada por el aria Se volgi al ciel turbato de Matteo Bisso, el Niño durmiendo, con la nana Dormi de Alessandro Scarlatti o el Júbilo, representado por las seguidillas y el fandango de José de Nebra Desde Nápoles vino.
El solista vocal fue Filippo Mineccia, contratenor fiorentino muy solicitado por las mejores salas y conjuntos historicistas de la actualidad. Su fabulosa técnica y vigoroso volumen estuvieron presentes en toda la velada, aunque fue especialmente conmovedora la preciosa nana de Alessandro Scarlatti Dormi, en donde Mineccia hizo alarde de una formidable sensibilidad, brindando momentos realmente ensoñadores, apoyado por su delicadeza en la dicción del texto y un sutil fraseo sobre el bajo ostinato realmente hipnótico. El contratenor exhibió, asimismo, un portentoso dominio de las complejas arias ideadas para los famosos castrati de la época, como en la antífona Alma redemptoris Mater de Johann Adolph Hasse o en el aria Se volgi al ciel turbato de Matteo Bisso, repletas de interminables frases que Mineccia lograba ejecutar de un único fiato, a la vez que resolvía cómodamente sus espectaculares coloraturas.
Nereydas, conjunto historicista que este año celebra su décimo aniversario, estuvo conformado por una plantilla muy pequeña de instrumentistas, dos violines, viola, violonchelo y cuerda pulsada para la ocasión. Todos demostraron su buen trabajo y profesionalidad pese a las dificultades acústicas de la sala que no favorecían la comprensión clara de los pasajes más veloces. El violinista Ricart Renart se mostró como un seguro y buen concertino que estuvo en buena conjunción con Sergio Suárez en los pasajes al unísono. El bajo continuo fue una sólida base armónica en las manos de la violonchelista María Saturno, lo que permitió a Manuel Minguillón realizar un inteligente bajo continuo repleto de hermosos arpegios en la tiorba y de vivaces acordes rasgueados en la guitarra durante las piezas más alegres y populares, dotando al ensemble de los apropiados colores y afectos que la diversa música requiere.
Javier Ulises Illán, alma mater de Nereydas e incansable defensor de nuestro patrimonio musical, dirigió la velada con un pulso firme y vital que buscó en cada pasaje realzar los momentos más relevantes de cada instrumento, a la vez que mostró una gran musicalidad en la indicación de la forma de cada una de las melodías. Asimismo, fueron muy de agradecer sus amenas y sensibles explicaciones de cada una de las piezas y de su significado dentro de este peculiar y delicioso programa.
El público otorgó una calurosa ovación a los intérpretes que no dudaron en ofrecer el jocoso fandango de José de Nebra como propina, en donde descubrimos la buena dicción de Mineccia del castellano, más aun teniendo en cuenta la complejidad de los versos del español dieciochesco.
Simón Andueza
Concierto de inauguración del Belén del Príncipe. Música para la Navidad en el Nápoles del siglo XVIII.
Nereydas. Javier Ulises Illán, director. Filippo Mineccia, contratenor. Ricart Renart y Sergio Suárez, violines, Isabel Juárez, viola, María Saturno, violonchelo, Manuel Minguillón, guitarra y tiorba.
Música de Ignacio Jerusalem, Johann Adolf Hasse, Matteo Bisso, Alessandro Scarlatti y José de Nebra.
Palacio Real de Madrid, Salón de Alabarderos. 6 de diciembre de 2020, 12:00 h.