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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Neo-XX-madrigal - por Luis Mazorra Incera

Madrid - 26/02/2023

Bajo el título Florilegio: madrigales del siglo XX, preciso temporalmente y, a la postre, algo ambiguo estéticamente como veremos, se celebró un nuevo concierto de canto a cappella del ciclo Satélites de cámara y polifonía, organizado puntualmente por la Orquesta y Coro Nacionales de España, con los protagonistas miembros del Coro Nacional que se citan bajo estas líneas, dirigidos por Alfonso Martín.

Y llevábamos, así, a lomos de madrigales como bien rezaba su título, media hora de concierto, encandilados sobre tema amoroso e indisimulado estilismo neo-tonal y renacentista: Norbert Rosseau, Vic Nees e Ildebrando Pizzetti… hasta que escuchamos, dentro ya del tema antagonista del desamor, del desencanto, de las malcasadas y malcasados, tras un impetuoso madrigal de Thea Musgrave… todo un Luigi Dallapiccola (!!), dedicado curiosamente "a mis queridos padres" (sic), según relatara con picardia el director del conjunto.

Un Dallapiccola que ofrecía la posibilidad, al menos a priori, de adentrarse en estéticas más representativas del siglo pasado, pero que… sin embargo, continuó en aquella senda tonal…

Un programa, al menos en principio, "neo-" pues, adentrándonos en un siglo XX que pudo ser… y no fue. No nos engañemos, enfrascados en estos tenaces revisionismos que vivimos.

Las Seis canciones de fuego de Morten Lauridsen sobre poemas, también, de renacimiento  italiano, fue, sin embargo, el verdadero plato fuerte final, tras aquel sorprendente Dallapiccola, que presentaba ya sus ambiciosas hechuras.

Y sí, éste sí que respondió a una discreta pero valiosa avanzadilla, con abundante ejercicio de delicada disonancia bien aparejada y expresiva, pese a los unísonos y momentos de homofonía, o las tríadas trufadas por aquí y por allá.

Amor, io sento l´alma conjugó mucha de estas características con acierto en una versión especialmente virtuosa.

Un verdadero alarde vocal, el representado por toda esta serie de canciones de Lauridsen, cada cual con su propia personalidad y recursos técnicos canoros y compositivos. Una puesta al día estética sin perder la referencia de la tradición en la que se miran.

Una técnica refinada, al servicio de la expresividad musical, que dio mucho más sentido a aquel titular de concierto… tan preciso como ambiguo, como ya dije.

Sugerente lirismo inicial en Se per havervi, oimè con textura diferenciada presta a destacar el cantabile individual y de conjunto, para confluir en poderosas homofonías. Diálogos de hondo calado que apuntalaron este estimulante programa con final dinámico, enérgico, imperativo y entrecortado.

De propina, bis propiamente, volvimos al asertivo puente isorrítmico de Musgrave en su Hate whom ye list… "at last but not least…".

Luis Mazorra Incera

 

Paloma Friedhoff y Rosa Miranda, sopranos; Begoña Navarro y Marta Caamaño, contraltos; Ariel Hernández y Diego Blázquez, tenores; Enrique Sánchez, barítono, y José Antonio Carril, bajo. Alfonso Martín, director. (Componentes del Coro Nacional de España).

Obras de Dallapiccola, Lauridsen, Musgrave, Nees, Pizzetti y Rosseau.

OCNE-SATÉLITES. Auditorio Nacional de Música. Madrid.

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