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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica - Nelson Freire, El Emperador (Orquesta Sinfónica de Galicia)

A Coruña - 09/04/2019

Nelson Freire reconocido pianista por excelencia de la escuela brasileña, al lado de Magda Tagliaferro o Guiomar Novaes, acabará aceptando la formación europea en Viena, con el peso de la influencia de Friedrich Gulda, en años necesarios, pero ya había ganado de joven el Concurso de Rio de Janeiro con esta obra, presidiendo el jurado Marguerite Long y  por ello demostró su autoridad  en el Concierto  nº 5, en Mi b M. op. 73, de Beethoven relacionado en su biografía con la adquisición de un piano Erard, que Streicher, por indicación suya, había modificado ligeramente.  Freire, nos ayudó a comprender aspectos fundamentales relacionados con la obra y el autor, y que podríamos ampliar ateniéndonos a otros detalles que no quedarán al margen. Se trataba pues, de hacer un poco de historia, respetando la autoridad debida a quien tuvo el dominio y el arte de partir del talante creativo del autor.

Freire es hombre de jovialidad contagiosa en cuanto se planta en escena y en el pianismo que acomete, esos beneficios de los años vieneses, en los que aprovechó el afortunado encuentro con Martha Argerich, con la que trabajaría repertorios compartidos. Freire se mantiene al quite de factores irrenunciables: fraseo, color, el stimmung tan definitorio en este concierto con el que observamos un arraigo desde que se confiase a las disciplinas de aquellas maestras de los comienzos, Lucia Branco y Nise Obino. Ya entonces, el paisaje sonoro cotidiano abarcaba desde el Mozart del Jeunehomme al Beethoven de los dos últimos conciertos. En el Erard probablemente había encontrado Beethoven el instrumento que le permitía la búsqueda de un virtuosismo  que ya no era de salón, sino de teatro: la cima de esta búsqueda la encontraremos  en este Concierto en Mi b M.  Op. 73.

El coro que dirige Joan Company  tuvo dos páginas brahmsianas, en un repertorio que se ajusta a las exigencias del coralismo con orquesta y que cumplía con las previsiones: Nänie, asociada a otra obra como el Canto de las parcas, último de sus trabajos para voz y orquesta e inspirada en la muerte de un amigo, el pintor Anselm Feuerbach.  La entrada  del oboe, otorgaba acentos pastorales, y en su esencia, aborda la obra la idea de la muerte sin terror, con dulzura, fascinación y ternura.  Das Schicksalslied Op. 54 (Canto del destino),  nos traslada a la poética de F. Hölderlin y que podrá quedar como una de las posibles partes que integrarían Nänie y El canto de las parcas, que en su planteamiento se acercan a la balada coral, con la impronta del tema del destino. El autor se tomó su tiempo  ante el reto, en lo que sería uno de los trabajos sinfónico-corales más profundos. En confesión propia, admitirá que estaba  profundamente impresionado por el Schicksalslied contenido en el Hyperion de Hölderlin, que había leído poco antes. Valores de apreciación que recuperamos por el cuidado del reparto coral propuesto por Company.    

Ramón García Balado

Nelson Freire. Orquesta y Coro de la Sinfónica de Galicia.
Obras de J. Brahms y L. v. Beethoven.
Palacio de la Ópera, A Coruña / Auditorio de El Ferrol.

Foto © Gregory Favre

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