La dificultad técnica que depara un Mendelssohn, clásico-romántico por definición, y pleno del “horror vacui” barroquizante por vocación, se manifiesta en las piezas para cuarteto de cuerda seleccionadas para este concierto. Piezas con muy diversas pretensiones a priori, sí, pero siempre con la absoluta y altísima regularidad técnica del de Hamburgo.
Fue el concierto, monográfico Mendelssohn, del ciclo de cámara y polifonía Satélites que auspicia la OCNE, celebrado en la sala de cámara del Auditorio Nacional de Música de Madrid, con el protagonismo del Cuarteto Kairós, cuyos integrantes se citan en el faldón.
El Adagio non troppo del Primer cuarteto de cuerda en mi bemol mayor, op. 12, mostró, de inicio, su delicada fluidez con fraseos de amplio margen dinámico y esa sutil fragilidad de salón, tan del meloso vocabulario romántico…; hasta abocar en un allegro con la pujanza y coherencia melódicas que definen a este autor.
Como la bella Canzonetta: Allegretto que siguió, con fulgurante “trío”, tan de la casa también, de difícil ejecución y conjunción resuelta para los extremos del Cuarteto, y… vuelta al tono más rítmico y cantabile.
Un Andante espressivo nos llevó al Allegro e vivace con su amago de final icluido y remate más recogido.
De las Cuatro piezas para cuarteto de cuerda, op. 81, las dos primeras seleccionadas, dejaron la expectativa abierta para una segunda parte con un cuarteto más avezado del catálogo de Mendelssohn.
Y ya el comienzo de este Sexto cuarteto en fa menor, op. 80, demostró una mayor ambición en sus desarrollos. Concertación ajustada y vivacidad bien resueltas por el Cuarteto con final presto y en punta. Un Allegro assai con mayor carácter de juego scherzante dio paso al asertivo Adagio.
El Allegro molto final cerró velada con los cuidados mimbres citados, carácter y mayores contrastes dinámicos.
Luis Mazorra Incera
Cuarteto Kairós: Ane Matxaín y Pablo Martín, violines; Joaquín Arias, viola; y Fernando Arias, violonchelo.
Obras para cuarteto de cuerda de Mendelssohn.
OCNE-SATÉLITES. Auditorio Nacional de Música. Madrid.
Foto © Rafa Martín