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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica - Masaaki Suzuki probando con clasicismos

A Coruña - 29/01/2020

Masaaki Suzuki dirigió ya orquestas españolas en visitas anteriores, como fue el caso de la OCNE para el oratorio Elijah, de Mendelssohn. Partiendo de su fidelidad permanente a su querido Bach Collegium Japan, será a partir de 2007, cuando comience a responder a las invitaciones recibidas de otras orquestas, probando en repertorios diferentes, con los evidentes problemas de adaptación a esas nuevas alternativas. Los criterios filológicos en los planteamientos obligados, no serán un condicionante insalvable desde su personal perspectiva. Hacia el año 2000, había abordado la Pasión según San Mateo de J.S. Bach, recurriendo precisamente a la versión del Mendelssohn. Ni sorpresas ni sobresaltos, le seguimos en un programa calibrado en las preferencias clasicistas, Mendelssohn en la precisión de los términos imaginables, un compositor fundamental en su valoración, al que encuentra como eje indiscutible en cuanto a lograr esa conexión en la recuperación del legado bachiano.

Escuchándole sin prejuicios y ateniéndose a las pautas de tempi, todo cobra su necesario sentido, todo encaja. F. Mendelssohn, por la Sinfonía nº 3, en La m. (Escocesa), músico al que parece admirar. El clásico-romántico o viceversa, según se mire. Se le valora sin lugar a dudas, como un compositor pictórico, y no por lo que pueda tener como maestro en la capacidad de descripción, sino por la imaginación que potenciaba la calidad de sus figuraciones de paisajes y de lugares concretos o personajes literarios. La importancia de las influencias recibidas, que sabrá destilar con suma precisión, le facilitará el hecho de penetrar en las atmósferas, la particularidad de los climas, los colores y los aromas. Una sobresaliente capacidad de fabulación, se sublima en las sinfonías Italiana y Escocesa, una obra que se conformará a través de una serie de bocetos conservados de años atrás, La asimilación de las tradiciones de las Highlands, es un elemento determinante del trabajo.

Mozart con la obertura de Don Giovanni, pieza en la que el salzburgués, siguiendo la costumbre general tenía que escribir como la última pieza de la ópera. Lo que entre los compositores italianos podía ser un indicio de que la  sinfonía operística se concebía como una parte irrelevante y secundaria de la ópera, en Mozart dio lugar claramente a realizar hasta límites insospechados, la obertura como quintaesencia de la obra total. El hecho de que en las grandes obras teatrales de Mozart, entre la obertura y la ópera existe una relación interna, no basada necesariamente en la unidad de la sustancia musical, debe interpretarse ante todo como una consecuencia de las nuevas exigencias de conformación total de la obra en cuanto tal. Tan familiar para el común de los oyentes, quedaba como tarjeta de visita del director. Más aún, ante el Haydn que sería la agraciada confirmación.

Haydn y la Sinfonía nº 97, en Do M. Hob.I/97, del grupo de las Sinfonías Londres o Salomon. Estamos ante la cumbre del arte del compositor en todos los aspectos. La tímbrica, en concreto, destaca por la importancia a la hora de reforzar la dimensión armónica en toda su amplitud, pero igual importancia se  concede al uso de instrumentos solistas aislados en protagonismo independiente, dentro del conjunto de la masa orquestal. La posibilidad de grandes salas de concierto, hizo posible esa nueva realidad en lo que atañe a las posibilidades reales. Sentado sus reales, nos hallamos ante uno de los capítulos sinfónicos que fomentará magisterios a ultranza por las autorizadas batutas y la del fundador del Bach Collegium Japan, merecerá los parabienes de los más fieles devotos.

Ramón García Balado 

Orquesta Sinfónica de Galicia / Masaaki Suzuki.
Obras de W.A. Mozart, F.J. Haydn y F. Mendelssohn.
Palacio de la Ópera, A Coruña


 

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