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CRÍTICA / María Dueñas triunfa en el Festival de Granada (por Gonzalo Roldán Herencia)

Granada - 27/07/2020

El director Juanjo Mena, al frente de la Orquesta Sinfónica de Galicia, arroparon a la violinista María Dueñas en la interpretación del Concierto para violín y orquesta de Ludwig van Beethoven, dentro de la programación dedicada al autor que el Festival Internacional de Música y Danza de Granada está desarrollando a lo largo del mes de julio. Este concierto es sin duda una de las páginas más conocidas y valoradas del autor; considerada como modelo de concierto solista durante el siglo XIX, es todo un reto para cualquier violinista por su complejidad técnica y densidad temática, aspectos que superó la joven María Dueñas con su naturalidad y elegancia al violín.

Como preámbulo musical se interpretó la obertura Egmont, cuyo carácter jubiloso de exaltación patriótica requiere una interpretación dinámica y bien compensada que Juanjo Mena supo explotar a la perfección. Egmont en realidad es un conjunto de diez piezas pensadas como música incidental para el homónimo drama de Goethe; de todas ellas la que más ha trascendido en concierto es la obertura, que en sí resume toda la obra al representar temáticamente los sentimientos de amor y de libertad, el drama del protagonista y la revuelta. Juanjo Mena y la Orquesta Sinfónica de Galicia, cuyo sonido es limpio y empastado, supieron sacar el máximo partido a esta soberbia página sinfónica y exponiendo con precisión cada unidad temática dentro de un conjunto orquestal perfectamente equilibrado.

La obra central del programa fue el Concierto para violín y orquesta en re mayor op. 61, para cuya interpretación subió al escenario María Dueñas. La violinista granadina está despuntando como una de las mejores intérpretes del momento, con prestigiosos galardones y una emergente carrera como solita internacional. La interpretación de María Dueñas destaca por tener una perfecta combinación entre técnica y sensibilidad que cautiva desde la primera nota. Su versión del Concierto para violín de Beethoven fue muy acertada a todos los niveles, con una línea melódica fluida y perfectamente articulada; cada nota emanada de su violín tenía el peso justo dentro del complejo entramado de la partitura, y el conjunto de todas ellas fue sencillamente sublime. Su depurada técnica extrae del violín un sonido cálido y enérgico, su discurso es orgánico, sus pasajes de dobles cuerdas claros y precisos y sus cadencias, cargadas de virtuosismo y presencia, fueron espectaculares. Por su parte Juanjo Mena dio el tempo y carácter idóneo a cada movimiento, equilibrando las fuerzas orquestales en aquellos momentos en los que la solista desarrollaba su discurso.

El programa se cerró con la Sinfonía núm. 7 en La mayor op. 92, sin duda uno de los grandes monumentos sinfónicos de todos los tiempos. Nuevamente, el buen criterio del director y la calidad de la Orquesta Sinfónica de Galicia se hicieron patentes en el Palacio de Carlos V. Desde la introducción poco sostenuto que precede el  Vivace inicial, cada elemento sonoro se constituyó como parte de una maravillosa arquitectura musical; el sentimiento contenido del Allegretto o el carácter juguetón del Scherzo estuvieron perfectamente descritos por Juanjo Mena, que cuidó mucho en su versión el juego de timbres al construir las líneas de su discurso. Con el vibrante y enérgico Allegro con brio final orquesta y director concluyeron una velada beethoveniana del más alto nivel.

Gonzalo Roldán Herencia

69 FESTIVAL DE GRANADA
Programa:
Ludwig van Beethoven: Obertura Egmont op. 84; Concierto para violín y orquesta en re mayor op. 61 y Sinfonía núm. 7 en la mayor op. 92.
Orquesta Sinfónica de Galicia
Solista:
María Dueñas (violín)
Director: Juanjo Mena
Fecha y lugar: Palacio de Carlos V, 23 de julio de 2019


foto © Fermín Rodríguez

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