La soprano Lise Davidsen es ganadora del Operalia de 2015 y del Queen Sonja Int. Musical Competition, además de tres galardones en la Hans Gabor Belvedere Singing Com. de Amsterdam. Encaramada a grandes alturas, había tenido una curiosa experiencia con el Gloria de Vivaldi, y otros barrocos entre Pasiones, cantatas o un Mesiah de Haendel. Lise fue, en los comienzos, una posible mezzo, y sería la mediación de su profesora Susanna Eken, quien descubriría sus posibilidades reales en ese registro, lo que la obligó a alterar determinados parámetros artísticos.
Reciente está su visita al Festival de Peralada, con un programa que nos ubica en la realidad que compartimos, arias italianas, lieder de Strauss o Brahms y canciones de Sibelius, un recital que se acomodaba al espacio concreto de la cita. En Bayreuth, en 2019, aparecía Lise en plenitud de posibilidades, como Elisabeth, de Tannhauser, rol que asumirá a plena conciencia y que se hará extensivo a otros en esa cuerda. Katherine Wagner, tuvo a bien reconocer su idoneidad para el escenario del Festspielhaus, ante las exigencias condicionantes de la acústica. Temores ante ese Wagner y una fe en sí misma, por lo que se ganará comparaciones con la mítica Kirsten Flagstad.
Cabe pues Strauss en el ambicioso horizonte y posiblemente en roles como Elektra o Salomé, en un acercamiento al repertorio italiano, con el que parece sentirse a gusto, Esas heroínas, como otra Leonor (La forza del destino), o el Don Carlo y el Requiem de Verdi, interpretado en la Royal Opera House, con Sir Antonio Pappano. Un reto parecido, el ámbito checo con Jenufa en la que busca la seguridad en la exigencia de los colores y el sonido correcto.
Voz consagrada, pretende recuperar el pasmo de estos meses, producto de las cancelaciones de Die Walküre en la Berlin Deutsche Oper; Ariadna auf Naxos, en Viena; Fidelio en Nueva York o Die Meistersinger von Nüremberg en Roma. Lise Davidsen, es apreciada por su dimensión mostrada en la opulencia de su registro central y el intenso poderío de proyección, en que la que exigentes analistas, encuentran las aclamadas similitudes con Kirsten Flagstad. Resumen entre esas cualidades seductoras, una luminosa homogeneidad de recursos canoros en toda su extensión, llevados a una apabullante garantía en unos agudos electrizantes. Para mayor redundancia y sin ánimo de fomentar comparativas, precisamente por la calidad de esos agudos, podrá transportarnos a otras cantantes como Birgit Nilsson. Otro aspecto a tener en cuenta, será su entroncamiento con la italianità de la que ya hemos encontrado ejemplos importantes, plasmados en alguno de sus registros discográficos, con piezas de Medea (Cherubini), La forza del destino y Otello (Verdi).
Un programa con la Orquesta Sinfónica de Galicia y dirección de José Miguel Pérez Sierra, en el que se ofrecieron páginas instrumentales como la obertura de I vespri siciliani, de Giuseppe Verdi, el Preludio del acto III de La Traviata, la obertura de La forza del destino la obertura Leonora nº 3, de L.van Beethoven, el Preludio del acto III, preferida por excelencia para conciertos y de Lohengrin de Richard Wagner- el director es un respetable maestro en galas como la servida, como tuvimos ya en otras temporadas, para dar acomodo a las arias y un lied dedicadas a la soprano. Tu, che la vanità del Don Carlo de Verdi, calando el reproche de Isabel de Valois, en su afrenta; el estremecedor Ave María rendida entrega del Otello. Pace, pace, mio Dio lamento, en similar estado de sensibilidad amarga.
Verdi antes de ofrecerse en un grado de posicionamiento distanciado, en la que de nuevo la soprano desbordaba poderío canoro con el aria de Leonora, del Fidelio, de Beethoven, en lo que resulta una genuina pièce de sauvetage a la medida del estilo Grand Opera a la francesa, y que valdría para encontrarnos con la soprano, en una actitud candente y febril.
Diferente sería el ámbito del lied con esa gema por excelencia que es Caecilie Op. 27, de Richard Strauss- dedicatoria a la compañera del poeta Heinrich Hart-, con su aliento de íntima recreación del poma, al que siguió la gracia del aria Es gibt, de la comedia por excelencia que es Ariadna auf Naxos. Para completar, dentro en el espacio wagneriano, Dich teure Halle, de Tannhäuser, el arrobamiento de Elisabet, en su desmesura de lírico-spinto. Para completar, dos bises: Du bist der Lenz (Die Walküre) y el lied Morgen, de R.Strauss
Ramón García Balado
Lise Davidsen. Orquesta Sinfónica de Galicia / J.M. Pérez Sierra.
Obras de G.Verdi, Richard Strauss, R.Wagner y L.v. Beethoven
Amigos de la Ópera, A Coruña
Teatro Colón
Foto: El maestro Pérez Sierra con la soprano Lise Davidsen, tras el concierto (fuente Twitter)