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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Los dulces juegos en la Naturaleza - por José M. Morate Moyano

Valladolid - 13/04/2025

Tras la buena sesión proporcionada por los neerlandeses el día anterior, había curiosidad por oir cómo se comportaba la OSCyL en su 14º de abono de Temporada vallisoletana que, aparentemente más ligero de repertorio, podría ser una pequeña trampa. Se trataba de defender por octava vez en sus ya 32 años de existencia la Pastoral de Beethoven; hacer por vez primera el ballet Pulcinella de Stravinski, completo en sus 21 números, bailarines de la Escuela Profesional de Danza de Castilla y León y los tres cantantes escritos: Hélène Walter, soprano; Pablo García López, tenor, y Gerard Farreras, bajo-barítono, sin merma del nivel que la OSCyL viene dando. Afortunadamente todo estaba en manos del Titular Thierry Fischer, para saldar el exámen con nota.

La Sinfonía nº 6 en Fa M., op. 68, " Pastoral" (1808) tuvo una lectura diferente, informada, alegre, tal como Beethoven plantea en su subtítulo "Recuerdos de la vida campestre, más de sentimientos que de descrpción", pero sí sujeta a programa. Fischer respetó el orgánico de pequeña orquesta clásica como dispuso el autor y con la misma intención: cantar a la Naturaleza que tanto amaba y a su Creador. Nada de ampulosidades románticas ni excesos sensibleros. Comenzó ya con un amanecer dinámico, suave, juguetón, muy articulado sin peso, oboe cantarín muy acertado, todo con el riesgo que implica tocar tan limpio, justo y sencillo, salvando el riesgo de alguna imprecisión al aceptar ese enfoque. Plácida la escena junto al arroyo, con su 12/8 muy marcado en ritmo que no en acento, las cuerdas (41) fieles "a la mano", fagot, flauta y trompa lucidos; disfrutando del trío ruiseñor (flauta), codorniz (oboe) y cuco (clarinete), sosteniendo la tensión, y paso a la fiesta campestre, burla de la banda popular con bello dúo oboe-fagot sobre leves violines y muy contrastados el 3/4 y el 2/4 de este scherzo modificado. Y ya sin pausas, sentir la tormenta con el rotundo timbalero cabal en su instrumento clásico, exigiendo mucho a las cuerdas, metales efectivos y controlados y estupendo el fagot; celebrando el escampe y dando gracias por ello con canto pastoril; larga coda y feliz terminación con jubiloso himno al Creador de tanta belleza. El público disfrutó mucho con tanta belleza así tocada y prorrumpió en fervientes ovaciones, que obligaron a varias salidas de Fischer, compartidas en éxito con los suyos.

OSCyL y Director dispuestos al fondo del escenario sobre plataforma, tapiz de baile delante y solistas a la derecha para salir a cantar sus partes, compusieron la escena para interpretar Pulcinella, (ballet en un Acto, 1920, revisado en 1965) de Stravinski. Libreto de Massine, que Diaguilev encargó al músico, proporcionándole piezas (entonces atribuídas a Pergolessi, pero que hoy se sabe eran de Gallo, Monza, Parisotti y Chelleri) que localizó en Nápoles y Londres, para tratar a Polichinela, personaje de la "commedia dell'Arte" del XVIII, con lo que el ruso inició su período neoclásico. Los personajes Pulcinella y Pimpinella (su novia); Furbo (su amigo); Florindo (y su siervo Coviello); Prudenza, su enamorada, (su sierva Rosetta) y su padre el Doctor, en las habituales farsas de engaños, celos, enfados, líos y avenencias, que culminan felizmente en tres bodas. A todo ello puso música Stravinski respetando los patrones de la época pero con su personal sello orquestador, que obliga a los músicos a ser hábiles y estar atentos y al Director a concertar todo, sin perder la línea y unidad del Ballet. Así, desde el Concertino en la Obertura, vientos en el scherzino, flautas y oboes y trompas y fagotes en più vivo y allegro, trombones en allegro 7, etc.; los acompañamientos a los efectivos cantantes: el barítono el mejor timbrado, el tenor (quizá por alguna afección) con un raro color y la soprano yendo a más, con dúos y tríos graciosos, todos respondieron con calidad en lo individual y lo colectivo. Papel importante cumplieron los 15 alumnos de la Escuela de Danza de CyL, dirigidos por C. Blanco, coreografía de Víctor Jiménez, vestuario de E. Pedraza e iluminación de J. Zurutuza, realizando solos, dúos y distintas líneas de coro con elegancia, técnica, gracia y precisión en los distintos números en que intervinieron. El Auditorio, con lleno total, disfrutó muchísimo con este clásico divertimento sobre la naturaleza humana y lo premió repetida y calurosamente. Reto superado en ambas Naturalezas.

José M. Morate Moyano

 

Escuela Profesional de Danza de Castilla y León

H. Walter (S), P. García López (T), G. Farreras (B)

Sinfónica de Castilla y León (OSCyL) / Thierry Fischer

Obras de L. v. Beethoven e Í. Stravinski

Sala sinfónica "J. López Cobos" en el CCMD de Valladolid

 

Foto: Cartel del concierto.

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