El Ensemble Sonido Extremo dirigido por Jordi Francés con la soprano Rocío Pérez, ofrecieron un programa que partió de una contemporaneidad concertante para llegar a las obras agónicas de un post-romanticismo vienés prestigiado en la sombra, en las Series 20/21 del Centro Nacional de Difusión Musical.
Ships Vanishing in the Horizon (Barcos perdiéndose en el horizonte) de Mikel Urquiza expresó con lógica y sentido, claras ideas musicales logrando ese difícil equilibrio entre la previsibilidad del discurso y la necesaria dosis de sorpresa, cambio y variación en la que se basa la tensión de todo desarrollo que merezca tal nombre.
Un equilibrio patente desde un primer momento con unos bien trenzados y resueltos, movimientos de clara linealidad. Una poderosa direccionalidad que permitió otras aventuras armónicas y paralelismos que se incorporaban con naturalidad al timbre.
Una composición convincente, viva y de trazos bien articulados.
Las Dos danzas de “La raya en el agua” de José Luis Turina ofreció la inclinación más claramente dramática del programa, al servicio originalmente de una obra de mayor porte. Un estilismo bien dispuesto y gustoso de escuchar.
Guerra para voz, Rocío Pérez, y quinteto de cuerda sobre textos de Miguel Hernández de Jesús Torres, combinó el poder literario del propio texto con un lenguaje musical de marcado expresionismo (que, a la postre, se antepuso a aquél, al menos en esta versión).
Un breve pero enjundioso intermedio entre las obras vocales, lució el saber hacer de Egon Wellesz y, por ende, del grupo instrumental y director, y sirvió, en la bonanza del clima pastoral que le da título, de oportuno puente con la obra final.
Y digo bien, pese a su brevedad, un excelente puente, porque la última obra que remataba programa (salvando la propina), cuya adaptación, selección de la Suite y arreglo por José Luís Turina, se estrenaba hoy (encargo CDMN), no era, ni más ni menos, que de un representante de la eclosión artística vienesa del primer tercio de siglo (siglo XX, se sobreentiende): Alexander von Zemlinsky.
Una suite, en cierto modo, reivindicativa de este repertorio por estos lares y, variada por extensión, pretensiones y carácter, oportunidad declarada (y bien aprovechada) para el lucimiento conjunto de la cantante, Rocío Pérez y del grupo instrumental, dirigidos por Jordi Francés.
Luis Mazorra Incera
Ensemble Sonido Extremo: Estela Córcoles, flauta; José Manuel González, oboe; Alfonso Pineda, clarinete; Javier González Pereira, saxofón; Jacobo Loza, trompa; Jaime Martín, trompeta; Luis Chacón, trombón; Elsa Sánchez, violín I; Juan Salas, violín II; Ana Valdés, viola; Álvaro Vázquez, violonchelo; Francisco Javier Martín, contrabajo; Beatriz González, piano; Sarai Aguilera y Pablo Paz, percusión.
Rocío Pérez, soprano.
Jordi Francés, director
Obras de Torres, Turina (José Luis), Urquiza, Wellesz y Zemlinsky.
CNDM-SERIES 20/21. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Madrid.
Foto © Elvira Megías