Nos visita por primera vez en el Ciclo de Lied del CNDM en el Teatro de la Zarzuelala estupenda soprano rusa Olga Peretyatko, a la que ya tuvimos el placer de escuchar en 2015 en una impecable Gilda de Rigoletto en el Teatro Real. Entonces escribí que era mucho más que una soprano lírica ligera y, como entonces, sigue poseyendo un timbre muy bello y se desenvuelve con soltura en todos los registros, aunque su zona aguda se resienta de ligeras asperezas.
Desde entonces ha ampliado su repertorio y aborda la Leonora de El trovador verdiano, la Elettra de Idomeneo de Mozart, la Donna Anna de Don Giovanni, la Liu de Turandot. Y se anuncia para el próximo febrero, nada menos, su primera, según creo, Norma en Hamburgo.
Con estos antecedentes no cabía duda de que íbamos a asistir a un recital interesante ya que la primera parte estaba dedicada a obras de Schumann, su mujer, Clara, y su “infiel” enamorado Johannes Brahms. Cada uno de los lieder fue introducido por cortas intervenciones habladas de la soprano que tejió un hilo conductor entre cada una de ellas.
En esta parte Peretyatko lució muchas de sus virtudes canoras, pero su adecuación para interpretarlas quedó bastante lejos de lo apetecido. Todo sonó bien, pero se notó que estaba en un mundo ajeno a su sensibilidad. Su pronunciación alemana era buena pero no fluida y la interiorización de cada uno de los lieder estuvo ausente. En el lied tanto o más que la voz importa la variedad de matices que hay que imprimirles, y Peretyatko, que no apartó os ojos de las partituras, creo que debe madurar este repertorio.
En la segunda parte, centrada en creaciones de Paulina García Viardot, la hija de Manuel García y hermana de la Malibrán, las cosas mejoraron. A pesar de repetir las parrafadas habladas para engarzar las canciones, se notó que Peretyatko se encontraba en un mundo que le era más afín. Se trataba de obras ligeras casi todas en francés, italiano y algunas en ruso. La cantante se lució con las desenfadas, pero, curiosamente, en las que tenían texto en ruso como El ruiseñor, de Alexander Aliábie; Serenata y La oscura niebla en las colinas de Georgia, ambas de Viardot, fue donde a mi parecer, estuvo más acertada. A reseñar que la soprano, también en esta ocasión, no apartó los ojos de las partituras.
A las ovaciones del público las premió con una exquisita interpretación del aria Casta Diva, de Norma de Bellini.
El pianista Semjon Skigin tanto en sus interpretaciones en solitario como en el acompañamiento a la soprano cumplió su cometido sin brillo, pero con fidelidad.
Francisco Villalba
Olga Peretyatko, soprano
Semjon Skigin, piano
Ciclo de Lied, CNDM, Teatro de la Zarzuela
Foto © Rafa Martín