Música clásica desde 1929

 

Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / La Tercera de Mahler con Sánchez Araña y la OFGC - por Juan F. Román Rodríguez

Las Palmas de Gran Canaria - 10/12/2022

Uno de los platos fuertes de la presente temporada de abono de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria era la Tercera Sinfonía de Mahler, con su titular Karel Mark Chichon, que canceló debido a circunstancias personales, siendo sustituido por Rafael Sánchez Araña, asistente de Chichón en la orquesta grancanaria., que se vio así ante el desafío de afrontar una de las sinfonías más complejas de Mahler, la más extensa de repertorio estándar.

El enmarañado primer movimiento, que dura tanto como muchas sinfonías completas, fue expuesto con seguridad en su poliédrica sucesión de episodios, desde la llamada inicial de las 8 trompas que reaparece a lo largo del movimiento, a las ominosas intervenciones de los trombones, o las diversas marchas militares, subrayando las intervenciones de la amplísima percusión y los sucesivos crescendos, aunque en los grandes tutti la numerosa sección de vientos dejó en más de un momento a las cuerdas en  desventaja.

El minueto del segundo movimiento proporcionó la deseada relajación, en un ambiente bucólico de tempi bien balanceados y excelentes intervenciones de maderas y cuerdas, frecuentemente en pizzicato. En el Scherzo, Sánchez Araña recreó convincentemente su carácter onírico, situando a la trompeta de postillón no tras el escenario sino en el vestíbulo de acceso, lo que curiosamente proporcionó un sonido más atmosférico que se difundía por toda la sala sinfónica, aunque el solista, de hermoso sonido y certera proyección, pasó sus problemas con la afinación.

La canción del cuarto movimiento, con texto del Zaratustra de Nietzche, tuvo en Nancy Herrera a una cantante exquisita, delicada en el fraseo, de timbre cálido y precisa en la dicción, certeramente apoyada por la batuta, que aquí podría haber incidido más en la gama de los pianísimos para acentuar la atmósfera de misterio, a la vez que permitiría una más diáfana comprensión del texto. Certeramente naif el quinto movimiento con su alternancia de voces infantiles, femeninas y mezzo solista.

La ausencia de un mayor contingente infantil, similar en número al coro femenino, les hizo quedar frecuentemente engullido por este último, de mayor empuje y proyección, empastado y cómodo en los reiterados pianisimos. El maravilloso sexto movimiento fue expuesto con fraseo noble y ampliamente respirado, obteniendo un sonido radiante y limpio de la amplia plantilla de cuerdas, nítidamente diferenciada en sus distintas seccione y en las sucesivas intervenciones de maderas y metales solistas, algunos de los cuales llegaron comprensiblemente cansados.

El cuidado en la planificación de las dinámicas se relajó un tanto a partir de la mitad del movimiento, lo que unido a la adopción de un tempo algo ligero en la coda, impidió clausurar la sinfonía con la deseable grandiosidad. Aun así, una vistosa lectura de la Tercera de Mahler, la mejor de las intervenciones de Rafael Sánchez Araña hasta ahora con la Filarmónica de Gran Canaria, que ratifica su trayectoria en ascenso.

Juan Francisco Román Rodríguez

 

Nancy Fabiola Herrera, mezzo.

Coro infantil OFGC / Marcella Garrón.

Coro Femenino OFGC / Luis García Santana.

Orquesta Filarmónica de Gran Canaria / Rafael Sánchez Araña.

Obras de Mahler.

Auditorio Alfredo Kraus. Las Palmas de Gran Canaria.

424
Anterior Crítica / Obsesiones beethovenianas de Birgit Kolar - por Ramón García Balado
Siguiente Crítica / Alagna, un tenor mediático - por Ramón García Balado