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Crítica / La Ritirata y Alessandro Scarlatti en La Arcadia - por Simón Andueza

Madrid - 02/05/2021

Formidable velada la que nos ofreció La Ritirata bajo las órdenes de Josetxu Obregón en el ciclo Universo Barroco del CNDM en la Sala de Cámara del Auditorio Nacional que últimamente resalta por su sabor cada vez más español.

El título del concierto, Terpandro Politeio responde a los imaginarios seudónimos que los miembros de la Academia de la Arcadia de Roma se autoimponían como muestra de su ingenio y pertenencia a una Arcadia repleta de desbordante arte. No debemos olvidar que Alessandro Scarlatti, autor de todas las piezas del presente concierto, nació en el Reino de Nápoles cuando pertenecía a la corona española, por lo que se le debe considerar como un compatriota de hecho y derecho. Trabajó, además, durante dos períodos para la corte española de Nápoles, primero, desde 1684 hasta 1702, para el embajador de España ante la Santa Sede, que había sido nombrado Virrey de Nápoles, y posteriormente, desde 1708 hasta su muerte en 1725, como maestro de capilla del nuevo Virrey.

De la prolífica -más de cien óperas, ochocientas cantatas, serenatas, madrigales, treinta y ocho oratorios, más de cien motetes y cantatas, una pasión, doce misas…- y soberbia producción musical injustamente olvidada de Scarlatti pudimos degustar de una serie de pequeñas perlas camerísticas que comenzaron por el Concierto IX en la mayor, para flauta, dos violines, violonchelo y bajo continuo en donde brilló en la flauta de pico Tamar Lalo exhibiendo un natural, bello y redondo sonido en los movimientos lentos, a la vez que una precisión límpida en los momentos más veloces. La flauta estuvo presente también en la cantata que cantó la mezzosoprano aportando una rica textura al ensemble instrumental, al que le hubiéramos pedido más integrantes.

La soprano Alicia Amo exhibió un momento de madurez plena en su voz sin que su evidente estado de buena esperanza dificultara lo más mínimo su siempre generoso fiato, estabilidad o exquisita dicción del texto. Sin ningún complejo en la exhibición de la voz con su vibrato natural y bello, las dos intervenciones de la soprano burgalesa, primero en la Cantata Fra liete danze, y más tarde en la deliciosa aria Sconsolato rusignolo, en donde la solista vocal dialoga con la flauta en una exquisita imitación del ruiseñor, estuvieron repletas de musicalidad y formidable expresión del texto.

Las dos cantatas de cámara interpretadas por la mezzosoprano italiana Giuseppina Bridelli, Filen, mio caro bene y Tu sei quella, che al nome fueron interpretadas bajo el mismo punto de vista que su colega aguda, permitiendo que la voz brillara libre, sin contención artificiosa de toda su plenitud tímbrica. El fraseo de las preciosas melodías ideadas por Scarlatti fue siempre ejercido de un modo ejemplar por Bridelli, quien mostró un precioso oscuro color de mezzosoprano en los momentos más graves, sin desdeñar las notas más agudas que fueron ejecutadas con la misma facilidad y luminosidad.

El conjunto instrumental reducido a la mínima expresión, dos violines, clave y órgano y violonchelo, además de la ya mencionada flautista, estuvo compuesto por unos magníficos y reconocidos intérpretes que demostraron su valía y destreza instrumental. Así, Hiro Kurosaki, primer violín, impuso una vivacidad y articulación que fueron acometidas de un modo idéntico por su compañero violinista Pablo Prieto, poseedor de un gusto exquisito y de un bello sonido en su violín, especialmente en los fragmentos fugatos y rítmicos. Daniel Oyarzabal sigue revelándonos en cada concierto su maestría tanto en el clave como en el órgano positivo, siempre atento a todos los solistas y ejerciendo un bajo continuo inteligente y preciso para cada cambiante afecto, particularmente en los pasajes recitados.

Josetxu Obregón, incansable defensor de nuestro patrimonio musical y quien ya grabó parte de este repertorio con los mismos intérpretes del recital en el cedé Quella pace gradita de la discográfica Glossa, fue un continuista de lujo durante todo el concierto, permitiendo que la música de cámara luciera en todo su esplendor, sin apenas indicaciones evidentes en la dirección musical, lo que favoreció el formidable diálogo musical entre todos los miembros de La Ritirata. El violonchelista vasco pudo exhibir sus cualidades en la bella Sonata para violonchelo nº 1 en re menor, revelando un dulcísimo sonido en el Largo de una musicalidad y forma excelentes, a la par que su vitalidad y entusiasmo en los pasajes más vivaces fueron desbordantes en una conjunción realmente cómplice e íntima con Oyarzabal.

Los entusiastas aplausos del público obligaron a los intérpretes a ofrecer dos excelentes propinas que permitieron disfrutar por fin de dos duetos entre soprano y mezzo. De Alessandro Scarlatti el feliz Al serto le rose, y de Georg Friedrich Händel el amoroso y bellísimo Io t'abbraccio.

Simón Andueza

Alicia Amo, soprano, Giuseppina Bridelli, mezzosoprano. La Ritirata. Tamar Lalo, flautas de pico, Hiro Kurosaki, violín, Pablo Prieto, violín, Daniel Oyarzabal, clave y órgano positivo, Josetxu Obregón, violonchelo y dirección.  

Terpandro Politeio. Cantatas profanas de Alessandro Scarlatti

Ciclo Universo Barroco del CNDM. Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música, Madrid.

29 de abril de 2021, 19:30 h.

Foto © Elvira Megías - CNDM

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