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Crítica / La OBS celebra el Día de la Música Antigua - por Simón Andueza

Madrid - 25/03/2025

Somos muy dichosos en España por poder contar con la Orquesta Barroca de Sevilla (OBS) entre nuestras destacadas formaciones historicistas desde hace más de 25 años. El Centro Nacional de Difusión Musical (CNDM) es plenamente consciente de su valor, y es por ello por lo que decidió programarles para festejar este el Día Europeo de la Música Antigua, cuya fecha se eligió por coincidir precisamente el día de nacimiento de una de las figuras clave de estas músicas y de la historia de la música occidental, Johann Sebastian Bach, nacido en este día en la localidad de Eisenach en 1685.

Fue un concierto que homenajeó a la gigantesca figura bachiana acompañándolo de composiciones de violinistas contemporáneos alemanes que mantuvieron un contacto estrecho con él, Johann Georg Linke (ca.1680-d. 1737) y Joseph Spiess (¿-1730), centrando el programa musical en torno al violín.

La orquesta tuvo como solista invitada y directora a la violinista germano-japonesa Midori Seiler, algo que acrecentó centrar nuestra atención hacia nuestra querida agrupación sevillana, puesto que sus interpretaciones como solista y supuesta inspiradora musical de la orquesta fueron anodinas, especialmente si tenemos en cuenta que se pudieron escuchar tres grandes gemas del gran repertorio violinístico, el Concierto nº3 en sol mayor BWV 1048 , el Concierto para violín en la menor BWV 1041 y Concierto para tres violines en re mayor BWV 1064 de Johann Sebastian Bach.

Esta circunstancia permitió que las virtudes de la OBS brillaran especialmente en los tuttis orquestales del concierto y particularmente en el fascinante Concierto de Brandeburgo.

La pieza que abrió el concierto, la Suite para cuerda y bajo continuo en re mayor de Linike, nos reveló a un gran compositor deudor de las grandes suites bachiamas, en donde una luminosa obertura de inspiración francesa nos brindó la belleza sonora de la Orquesta Barroca de Sevilla, su apasionamiento, su gran musicalidad y su libertad individual al servicio de la música, que convirtieron en pequeñas delicias cada danza de la bella suite.

La siguiente obra programada, el Concierto para violín en mi menor de Joseph Spies, nos reveló a un compositor realmente interesante que debe ser programado más a menudo.

Pero si algo debemos destacar del programa fue la obra con la que concluyó la primera parte, el Concierto de Brandeburgo número 3, esa fascinante creación que cualquier melómano puede considerar como obra favorita. Observar la actitud de gozo y de concentración de los músicos de la OBS durante esta pieza ya de por sí hubiera sido suficiente como para conseguir la empatía del público madrileño, pero la calidad musical tan extraordinaria lograda por sus miembros fue digna de mención. Debemos destacar sobremanera a las secciones graves del conjunto sevillano, al fastuoso bajo continuo reforzado obligadamente con un tercer violonchelo y a sus tres violas en estado de gracia. Este concierto tiene la particularidad de que cada instrumentista participa de la belleza sonora máxima dentro del conjunto orquestal a la vez que se ve obligado a ser solista aunque sea fugazmente. Es por ello que debo nombrar a cada uno de estos músicos, comenzando por un bajo continuo de hondo y cálido sonido comandado desde el violonchelo por la excepcional y estimulante Mercedes Ruiz que felizmente conformó una sólida sección junto a José Manuel Ramírez y a Javier López Escalona. Junto a ellos, el contrabajista Ventura Rico, siempre atento, dinámico y de sabia musicalidad en estas lides, completó una clave de fa sobresaliente. El clavecinista Alejandro Casal aportó la necesaria vistosidad y luminosidad a sus realizaciones de los arpegios. Quienes deben una mención especial fueron las violas, esa sección que puede pasar desapercibida en cualquier orquesta, en este momento encontró un especial brillo. José Manuel Navarro las capitaneó con naturalidad y vitalidad, Elvira Martinez mostró un sonido verdaderamente redondo y bello, mientras que Fumiko Morie se sumó a ellos en esta pieza aportando su vital, feliz e inspirador concurso –¡qué gusto da siempre verla tocar!-.

Los violines participantes estuvieron asimismo motivados y aportaron su musicalidad y talento a la genial creación.

La segunda parte del concierto estuvo llena de música de una calidad excepcional, sumándose a las obras de Johann Sebastian Bach el Concierto à 4 en la mayor  TWV 43 de Georg Philipp Telemann.

Simón Andueza

 

En torno a Bach

Obras de Johann Sebastian Bach, Johann Georg Linike, Joseph Spiess y Georg Philipp Telemann.

Ciclo ‘Universo Barroco’ del CNDM.

Sala de Cámara del Auditorio Nacional de Música, Madrid, 22 de marzo de 2025, 19:30 h.

 

Foto © Elvira Megías

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