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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica - La OBC cierra temporada

Barcelona - 26/06/2018

Por segunda temporada consecutiva la OBC escoge una misa de difuntos para cerrar su temporada. Afortunadamente, esta vez ha optado por dejar que la música, concretamente la del Réquiem de Dvorák, hable por sí sola y no como el año anterior, en que la Messa da Requiem de Verdi fue masacrada por un ridículo y pretencioso mapping que estorbaba tanto la interpretación como la audición.

Esta vez no fue así y el primero en agradecerlo fue Kazushi Ono, quien el 2 de junio pudo dirigir a placer una partitura que no goza de la fama de otros réquiems románticos, pero que es una de las creaciones mayores de su autor. Quizá sea exagerado afirmar, como hace el programa de mano, que Ono “en los conciertos se entrega totalmente a una búsqueda mística del hecho musical que sobrepasa las simples lecturas racionales”, pero hay que reconocerle que se esforzó por hacer que su versión mostrara todos los perfiles de la obra, en especial ese lirismo tan característico del compositor checo (Recordare, Jesu pie), sin descuidar el dramatismo de páginas como Dies irae o Confutatis maledictis.

Contó para ello con una orquesta sólida y sin estridencias, unos coros en estado de gracia y unos solistas que cumplieron satisfactoriamente. Un buen broche para cerrar la temporada que ha ido de menos a más.

Juan Carlos Moreno

OBC / Kazushi Ono. Réquiem de Dvorák. Marta Mathéu, soprano; Gemma Coma-Alabert, mezzosoprano; Roger Padullés, tenor; José Antonio López, barítono. Cor Lieder Càmera. Cor Madrigal. Cor Anton Bruckner.
L’Auditori, Barcelona. 

Foto: Gemma Coma-Alabert, mezzosoprano.

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