El Concierto 14º del abono OSCyL se planteó como Homenaje al abonado, previa elección de piezas por éste. El resultado fue un potpourri de Oberturas de Ópera: Lohengrin, La forza del destino y Guillermo Tell, hechas sin diferenciar estilos y poco cuidado. La 2ª parte fue ocupada con la 6ª en Si m., “Patética”, de Chaikovski, que el Titular Andrew Gourlay pretendió hacer como propia; sólo el buen momento por el que pasa la Orquesta, libró una versión desacertada en lo conceptual.
Lucas Macías fue el Director invitado para el 15º de abono, que tuvo a Clara Andrada y Emmanuel Pahud como flautas solistas. Por razones no explicadas, no se tocó el previsto Concierto op. 52 de Busoni que Clara sí tenía preparado, pasándose al Concierto para flauta y orquesta en Re M., op. 283 de Reinecke, 1ª vez para la OSCyL, del que Pahud hizo una verdadera creación. La pieza es de grata escucha, no exenta de dificultades, pero este flautista tiene algo mágico en su técnica general y respiratoria en particular, dando su melodismo al Allegro inicial, expresivísimo en el Lento e mesto y amable y fácil en el Moderato final, superando con brillantez y facilidad las complicaciones que contiene, con sonido cristalino y cálido, logrando un completo éxito.
Ya con la salmantina Clara, que sigue una carrera fulgurante, se tocó también en primicia local, la Fantasía sobre temas de Rigoletto (Verdi) para 2 flautas y orquesta, op. 38 de los Hermanos Doppler, donde Pahud-Andrada con un solo sentir, disfrutaron y nos hicieron disfrutar con su doble virtuosismo y su cantar de las arias de barítono, soprano y tenor, arregladas por Franz y Karl como su título dice: fantasía. El resultado fue clamoroso para el Auditorio al completo, que obtuvo una nueva intervención del dúo, esta vez a solo. No olvidamos el papel de la orquesta, atenta y dúctil en Reinecke y con excelentes metales en la introducción de la Fantasía, bien concertada por un Director que, sin poseer técnica depurada, obtiene buenos resultados por la musicalidad que despierta y la confianza que vierte y despierta en sus músicos.
Con esos mimbres construyó una versión onírica, apasionada, danzable, pastoril, inquietante y de temible sorpresa, según los momentos que marca Berlioz en su Sinfonía fantástica, op. 14, en los que Lucas Macías consiguió momentos ideales como el del corno inglés y los dos timbaleros, el dúo corno-oboe con ésta en of para simular el que sostienen dos pastores alejados, como en of las campanas presentes en el semitrágico Dies irae final. Hubo lógica y línea, es decir música, aún con leves imprecisiones por defecto técnico, que subsanará con el tiempo. Buen concierto.
José Mª Morate Moyano
Clara Andrada, Emmanuel Pahud. Andrew Gourlay / Lucas Macías.
Orquesta Sinfónica de Castilla y León.
Wagner, Verdi, Rossini, Chaikovski / Reinecke, F. y K. Doppler, Berlioz.
Auditorio “Jesús López Cobos” del CCMD. Valladolid.