El séptimo recital del ciclo ‘La Guitarra’, organizado por el ADDA en colaboración con el Máster en Interpretación de Guitarra Clásica de la Universidad de Alicante, ha estado dedicado al laúd por uno de los intérpretes de mayor reconocimiento con este instrumento, Xavier Díaz Latorre, que ha querido traer al escenario de la sala de cámara del auditorio alicantino un pequeño y selecto florilegio de piezas pensadas originalmente para otros instrumentos que, fundamentalmente por sus esclarecidas líneas melódicas, fueron adaptadas para el laúd con un más que acertado resultado, como se ha podido percibir con la obra que abría el recital; Passacaglia, el Ángel de la Guarda rica pieza que cierra la colección de las muy apreciadas Sonatas del Rosario que Heinrich Ignaz Franz von Biber compuso para violín solo en el último tercio del siglo XVII. El laudista barcelonés, ha sabido expandir el ámbito de los armónicos de sus líneas de canto con esa musicalidad que le caracteriza, sacando el máximo partido de las resonancias que le permite su laúd.
El otro gran motivo del programa era la figura de Juan Sebastián Bach, del que seguidamente tocó la Suite en Sol menor, BWV 995 que versionó el propio compositor hacia 1730. Se pudo apreciar la claridad con la que expuso la ornamentación que pide su preludio así como la alegre elegancia expresada en las dos gavotas que anteceden a la giga que cierra esta esencial obra barroca.
Inició la segunda parte con la primera Fantasía de las doce que integran la colección catalogada con el indicativo TWV 40:14-25, también extraída de una versión original para violín que compuso en 1735 Georg Philipp Telemann. Se pudo disfrutar de ese velado estilo italiano que hace tan agradable su escucha. La calidad de su modo de cantar en los tiempos lentos sobresalió del resto de la obra, anticipando de algún modo ese grado de fantasía que tendría un significado más determinante en el periodo romántico.
El programa concluyó con la famosa Chacona que cierra la Segunda Partita para violín en Re menor, BWV 1004 de Bach, de la que Xavier Díaz Latorre hizo un modélica versión. Fue fiel a diversidad rítmica de la Allemande que abre esta obra; hizo con marcada fluidez la “corrente” que le sigue; marcó con sutileza esa especie de emotividad improvisada que contiene la zarabanda que precede a la giga, en la que supo contrastar sus dinámicas con gentil trazo. En la siempre sobrecogedora chacona, antes referida, sacó toda la musicalidad que este gran tañedor lleva dentro, consiguiendo desarrollar toda una lección de equilibrado contrapunto que, de alguna manera, hacía olvidar al violín y a otras versiones, como la monumental realizada para piano por Ferruccio Busoni.
Un público muy identificado con este ciclo de recitales gozó con la actuación de este experimentado músico y prestigioso laudista en la obra que ofreció de propina; una adaptación escrita por él mismo de la Primera Gnossiene de las tres que para piano terminó de componer Erik Satie en 1890. Concluía así un recital con un cambio estilístico que, por su serena y distinguida elegancia, dejaba un mágico regusto en el espectador.
José Antonio Cantón
Laúd Barroco
Recital de Xavier Díaz Latorre (laúd)
Adaptaciones de obras de Bach, Biber y Telemann
Sala de Cámara del Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA), 04-III-2023