El doble concierto, 6º del abono de la OSCyL, presentó en Valladolid al acreditado Leonard Slatkin, Director musical de la Sinfónica de Detroit, honorario de la Nacional de Lyon e invitado en las principales orquestas del mundo, con 6 Grammy y 34 nominaciones en su haber, además de publicaciones y composiciones propias.
Como ocurre en estos casos, los músicos se sintieron atraídos y captados por la labor del Maestro y elevaron el rendimiento de sus prestaciones a un alto nivel que será complicado de superar, aún con alguna buena expectativa que aún nos falta. Con gesto nítido, maleable, sin crispar nunca por la proporcionalidad de su golpe, consiguió un sonido orquestal de calidad, equilibrio y flexibilidad, que permitió la construcción de grandes frases musicales y expresivas para satisfacción de todos, intérpretes y público, que puso al Auditorio casi al completo en pleno disfrute.
El carnaval romano, op. 9 de Berlioz que abrió el programa, materiales de su poca exitosa ópera Benvenuto Cellini, a más del excelente papel del corno inglés, aportó ya lo que iba a ser todo el concierto en cuanto a línea, manejo del color y estilo. Siguió Quiet City, para cuerdas, trompeta y corno inglés de Aaron Copland, primicia para la OSCyL y muy tocada por Slatkin, de la que hace una verdadera creación, reflejando esa tranquilidad a la que alude el título, tanto en ambiente como en habitantes, para la que contó con los solistas de la Orquesta, Roberto Bodí, trompeta, espléndido de técnica y respiración en un siempre difícil mezzoforte de gran limpieza, y Juan Manuel Urbán, corno inglés, tan musical y afinado como siempre; sus compañeros los arroparon con mimo en un sonido noble, homogéneo, sin ninguna dureza.
A más fue todavía Metamorfosis sinfónicas sobre temas de Carl Mª von Weber de Hindemith, expuesta sin fisuras de concepto, en particular “Turandot”: del acierto inicial de la flauta al sucesivo de todas las familias, vientos, maderas, timbal y cuerdas ágiles y efusivas; y redondo remate con la Marcha final.
Pero el culmen vino en la sensacional versión de Variaciones sobre un tema original, “Enigma”, op. 36 de Elgar. La dificultad está aquí en mantener la unidad de criterio e idea global, creadas ya por Slatnik desde los primeros acordes bien definidos del tema, junto a la variedad de carácter de cada una de las 13 variaciones, expresado por la orquesta con riqueza de color, dinámica y conjunción. Concierto fantástico acogido con ovaciones y obligados saludos de solistas y Director. Para recordar.
José Mª Morate Moyano
Roberto Bodí, Juan Manuel Urbán, Sinfónica de Castilla y León / Leonard Slatkin.
Obras: Berlioz, Copland, Hindemith, Elgar.
Sala sinfónica “Jesús López Cobos” del CCMD de Valladolid.