El pasado 13 de noviembre, visitó la temporada de Palau 100 uno de los violinistas top del actual panorama musical, el griego Leonidas Kavakos. Para confirmarlo bastó apreciar cómo arrancaba en el Concierto para violín n. 2 de Bartók, cómo acertaba a transmitir pasión y calidez a un primer tema ya de por sí arrebatador. Lo que siguió se mantuvo a esa altura, pues no solo fue la calidad y ductilidad del sonido del violinista, sino también su naturalidad y, sobre todo, su inventiva, la misma que permitía descubrir aspectos nuevos en la partitura.
Contribuyó a ello también la matizada y perfeccionista lectura que dio Alan Gilbert al frente de una sólida NDR Elbphilharmonie Orchester, lectura llena de detalles sorprendentes que en otras versiones quedan más en segundo plano. Esa misma obsesión del director por que se escuche todo lo escrito por el compositor quedó de manifiesto también en la Sinfonía n. 7 de Bruckner, de la que Gilbert dio una interpretación acorde con la tendencia actual, esto es, activa y con músculo, atenta a los contrastes y a un sonido lo más wagneriano posible. Aunque quizá se echa en falta algo más de introspección en el Adagio, el resultado fue imponente.
Juan Carlos Moreno
NDR Elbphilharmonie Orchester / Alan Gilbert. Leonidas Kavakos, violín.
Obras de Bartók y Bruckner.
Palau de la Música Catalana, Barcelona.
Foto: Leonidas Kavakos / © Marco Borggreve