Vuelve al escenario del Liceu la producción que se estrenó el 2014, dirigida por Paco Azorín, con algunas variaciones, pero que mantiene el esquema general. La escenografía es muy válida para el primer acto, bastante para el segundo y más discreta para el último. Además se plantean situaciones que no enmarcan en el contexto y pondré un ejemplo de cada acto: en el primero Scarpia acosa al Santísimo bajo la custodia, hecho que, aunque este desmadrado no encaja, porque es hacerse su propia tumba, en el segundo Tosca tiene que acuchillar antes que Scarpia vea el puñal, porqué sino no podrá hacerlo, y el tercero el fusilamiento se hace al mismo nivel y nunca disparando hacia arriba. La dirección de actores es válida, salvo el propio Scarpia del primer reparto ya que fue demasiado desenfrenado y exagerado. También el vestuario es discutible por la variación de estilos. La dirección musical estuvo a cargo de John Fiore que consiguió, de las masas estables del Teatro, una versión brillante, cohesionada y densa, logrando momentos muy contrastados.
En la primera representación destacó Liudmyla Monastyrska, que posee una voz de soprano dramática potente y de gran calidad, y destacó en los momentos más densos, aunque en su versión le faltaba un fraseo más sutil en las escenas amorosas. Jonathan Tetelman que sustituía al previsto Fabio Sartori, este posee una voz demasiado lírica para el verismo y queda apagada en los momentos densos, estuvo valiente en los agudos, que alargaba y su prestación fue correcta, mientras que el barítono uruguayo Erwin Schrott hizo un Scarpia extrovertido, exagerado, olvidando que es un noble, y en los momentos más violentos mantuvo una cierta compostura y esto dio lugar a veces a efectos de dudosa musicalidad. Completaban el reparto Stefano Palatchi, como Angelotti, con su gran profesionalidad, Enric Martínez- Castignani impecable Sacristán y Francisco Vas, un Spoletta lleno de intenciones.
Del segundo cast destacaremos la soprano Tatiana Serjan, con una voz suficiente, y con una Tosca bien estructurada, desde los celos iniciales, a la altivez de su relación con el barón y la ductilidad piadosa en el aria y amorosa en el dúo final, con una gran capacidad de contrastes marcando cuidadosamente los distintos estados de ánimo de la protagonista. A su lado Roberto Aronica, tenor de voz bella, timbrada, potente, de canto seguro, con una versión extrovertida del personaje que a veces pide mayor cantidad de matices, completando el reparto un discreto Lucio Gallo.
Albert Vilardell
Liudmyla Monastyrska/Tatiana Serjan, Jonathan Tetelman/Roberto Aronica, Erwin Schortt/Lucio Gallo, Stefano Palatchi, Enric Martínez-Castignani, Francisco Vas. Orquestra Simfònica y Cor del Gran Teatre del Liceu, VEUS - Cor infantil Amics de la Unió
Dirección musical: John Fiore. Dirección de escena: Paco Azorín.
Tosca, de Giacomo Puccini.
Gran Teatre del Liceu, Barcelona.
Foto © A. Bofill