El pasado 30 de noviembre, la sala de cámara de L’Auditori de Barcelona recibió la visita del Trío Da Vinci, una joven formación fundada en 2018 que, en marzo de 2021, ganó la 14ª edición del Premio BBVA Montserrat Alavedra de música de cámara de Terrassa.
Integrado por la violinista Maria Florea, la violoncelista Marion Platero y el pianista Àlex Ramírez, el Trío Da Vinci llegó acompañado por la viola Sara Ferrández, quien solo unas semanas antes había brillado al lado de la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya con su interpretación de la Rhapsody-Concerto de Bohuslav Martinu.
El programa escogido ahondaba en la relación que unió al matrimonio Schumann y Johannes Brahms.
Así, cada parte se abrió con una pieza de Clara Schumann: la primera y la tercera, esta en transcripción para violoncelo, de las Romanzas para violín y piano, op. 22. Ambas son un dechado de expresividad romántica, traducida con sensibilidad y depurada línea por los intérpretes.
Clara estuvo presente también en las dos partituras que pudieron escucharse a continuación de estas miniaturas, pues fue ella la que tocó la parte pianística en su estreno: el Cuarteto con piano en Mi bemol mayor, op. 47 de Schumann y el Cuarteto con piano n. 1 en sol menor, op. 25 de Brahms.
Los cuatro jóvenes músicos dieron de estas dos obras maestras unas versiones entusiastas, apasionadas, muy bien delineadas a nivel individual y de conjunto. Si en Schumann convencieron, en Brahms arrebataron al mostrar toda la riqueza de caracteres y contrastes de la partitura y ese ímpetu arrollador del Rondo alla zingarese final.
Juan Carlos Moreno
Trío Da Vinci.
Sara Ferrández, viola.
Obras de Brahms y Robert y Clara Schumann.
L’Auditori, Barcelona.