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Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Khatia Buniatishvili, buscando su propia identidad - por Juan Berberana

Madrid - 24/09/2023

El 29 ciclo de Grandes Intérpretes se inauguró con la pianista georgiana Khatia Buniatishvili, en la que fue su tercera aparición. Un inicio un tanto accidentado, por los 15 minutos de retraso con los que comenzó el recital (por la lentitud de entrega de invitaciones y entradas, de última hora) y por el cambio de programa (escasos días antes), que propició que la mayor parte del público no pudiera seguirlo de manera consciente. Eso sí, la sala apareció bastante más llena que en las últimas citas (esperemos que esta tendencia se consolide) y la georgiana optó por no hacer intermedio, cosa que muchos agradecimos.

Buniatishvili optó por un programa muy al estilo de sus últimas grabaciones en Sony, mezclando autores y obras de periodos muy distintos (frente al monográfico Beethoven de su última aparición), en casi todos los casos relativamente reconocibles para el público. Algunos podrían llamarlo un programa fácil. Pero la impresión que da nuestra pianista es que, como otros compañeros de generación (estoy pensando en Igor Levit o nuestro Juan Pérez Floristán), trata de encontrar nuevas vías que acerquen a más público a las salas de concierto. Las audiencias decrecientes, que se viven en medio mundo, requieren de un evidente esfuerzo de innovación (de todo tipo). Se ha escrito mucho sobre la elaboración de programas de concierto o recitales. Y la conclusión es que casi todo es lícito, si detrás hay un propósito congruente. Con todo, nada que podamos reprochar. Más bien lo contrario.

Otra cosa es que más allá de la construcción del programa, haya un propósito de interpretación que pueda pasar por crear puntos de unión entre obras de periodos y estilos totalmente alejados. Buniatishvili comenzó con la Gymnopédie nº 1 de Satie, marcando desde ese momento su gusto por las dinámicas extremas, en una interpretación especialmente pausada y de intencionado recogimiento (con la sala en penumbra).

De Satie saltó al primer grupo de piezas de Chopin, el Preludio en Mi menor, op. 28 nº 4 y el Scherzo en Do sostenido menor, op. 39 nº3. Desde Chopin un nuevo salto atrás en el tiempo con la popular Aria de la Suite nº 3 en Re mayor, BWV 1068 de Bach. Salvo en el Scherzo, volvimos a asistir al piano pausado, casi con sordina que disfrutamos en Satie. Como tratando de remarcar que, piezas tan distintas, interpretadas de manera tan subjetiva, pueden guardar una cierta conexión, si no musical al menos en “espíritu”. No es nada nuevo. Algunos gurús de las músicas de ambiente y del minimalismo (estoy pensando en el sello ECM, por ejemplo) llevan mucho tiempo practicando este proceso llegando a aunar, a través de una interpretación marcadamente intencionada, obras de Bach con otras de Jazz, por ejemplo.

El programa continuó por esta senda (Schubert, nuevamente Chopin) y solo encontramos un ajustado valor estilístico en aquellas piezas donde este mecanismo de creación menos encajaba. Como ocurrió con el Scherzo y con la Polonesa op. 53 Heroica, de Chopin, aunque esta segunda pudiera resultar algo borrosa, precisamente por lo contrario, por teñir sus dinámicas con cierta precipitación. Con “Les Barricades mystérieuses” de Couperin volvimos a la idea primigenia.

Una sabrosa excepción fue la interpretación, casi al final de la hora larga de concierto, del Preludio y Fuga en La menor, BWV 543 (Bach/Liszt). Impecable. Bellísimo. Sin duda lo más atractivo de la noche. Buniatishvili desplegó lo mejor de su técnica y entendimiento musical (que es mucho) en una interpretación que, por si sola, justificó el concierto. Cierre de programa con un Liszt rutilante y enérgico en la Rapsodia Húngara nº2. Un final clásico. Público variopinto y marcadamente agradecido.

Siguiente parada, la italiana Beatrice Rana. Una pianista también en alza, de mayor ortodoxia que la georgiana, y con la suficiente energía para atreverse con la Sonata de Liszt. Esperemos que el público vuelva a responder.

Juan Berberana

 

Khatia Buniatishvili, piano

Obras de Satie, Chopin, Bach, Schubert, Couperin y Liszt

Ciclo Grandes Intérpretes, Fundación Scherzo

Auditorio Nacional, Madrid

 

Foto © Valentina Moreno (fuente Instagram @tinamoreno)

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