Música clásica desde 1929

 

Críticas seleccionadas de conciertos y otras actividades musicales

 

Crítica / Judith Jáuregui y el Cuarteto Gerhard: L’élan vital - por Ramón García Balado

Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) - 01/07/2024

Concierto del VII Festival Clasclàs de Vilagarcía de Arousa, en el Auditorio, centro neurálgico de la convocatoria, con el protagonismo de la pianista Judith Jáuregui, a la que tuvimos la temporada pasada con la RFG interpretando Noches en los jardines de España (orq. Bética), bajo la dirección de Sebastian Zinka, ofreciéndonos como bis la Andaluza de Granados. Reclamada en certámenes de primera línea y solista también con grandes orquestas, haciendo  programa con el Cuarteto Gerhard, cuyo nombre nos lleva a conmemorar a uno de los primordiales compositores de la Generación de la República, músico avanzado y seguidor de Arnold Schönberg, que culminará su carrera en el exilio inglés. Curiosamente, es ahora con motivo de su centenario, que su obra comienza a valorarse en nuestro país, con el precedente estimable de su ópera La Duenna, ofrecida hace unas temporadas en el Teatre del Liceu, de Barcelona.

Programa para delicia del aficionado comenzando por una primera entrega de piezas para piano, reconocibles dentro de la tradición romántica en su pasión arrebatadora. La pareja Robert y Clara Schumann, con Widmung (Liebeslied), a partir de uno de los lieder del grupo Myrthen Op. 25, basado en la poética de Rückert: Toi mon âme, toi mon couer. Toi ma felicité, ô toi ma douleur. Toi l´univers dans  quelle je vis- , grupo de 25 lieder que se completan con  Zum Schluss, la serie de estas dedicatorias íntimas en una entrega devocional. Schubert, tratado por Ferenz Liszt, aportando Ständchen D. 889 (Sérenade), tomado de la serie de lieder que recurren a Rellstab tantas veces vilipendiado y convertida en cancioniocilla de poca monta en cualquiera de sus adaptaciones posibles y que por su delicado melodismo, se ofrece a esos displicentes menosprecios. Olvidémonos de tal degradación, como pudimos escuchar la pieza con su debido respeto, pieza que hace también hacía  familia con otras como In der Ferne; Aufenhalt; Frühlingssehnsucht o Liebesbothschaft.  

Ferenz Liszt también por Liebestraum nº 3, el eterno Sueño de amor, perteneciente a los Tres nocturnos compuestos hacia 1850, y que trasladados al piano, habían nacido como páginas para voz de tenor con acompañamiento, surgiendo los dos primeros a la sombra de poemas de Ludwig Uhland, aunque será el tercero el que consiga la celebridad definitiva, como es el caso de la pieza elegida de Schubert, gracias al embrujo de su atractiva melancolía. Las modas de época, ayudarán con todo a cambiar la recepción de estas piezas entre el común de los adicionados.  

Enric Granados, con una de sus composiciones camerísticas por excelencia, el Quinteto para piano y cuerdas en Sol m. Op. 49, en sus tiempos Allegro; Allegretto y Largo-Molto- presto.  El apartado de obras camerísticas suyas no es muy extenso, hermanando este quinteto con el Trío Op. 50, obras que se dieron a conocer en 1895 en el Salón Romero de Madrid, claramente románticas, pensadas dentro del estilo de obras de salón, que se añaden al Allegro de concierto o a la Sonata para violín y piano, de la que sólo completaría uno de sus cuatro movimientos. Obra dedicada a Jacques Thibaut, amigo y compañero de travesía profesional y creativa. Años de Goyescas y de amistad igualmente con Pau Casals. Lectura sin resquicios en manos de la pianista y el cuarteto.

Antonin Dvorak acaparó la segunda parte con dos de sus obras fundamentales, comenzando por Cypresses B. 152, para cuarteto de cuerda, en una selección de piezas: Never Will Love Lead Us to That Glad Goal; Thou Only Dear One, but for Thee; There Stands and Ancient Crag y Nature Lies Peaceful in Slumber and Dreaming (En la traducción inglesa). Una mirada en retrospectiva hacia los año juveniles y que datan de 1865, también dentro de esta tradición romántica a partir de 18 melodías originales modificadas hacia 1882. Las transcripciones no alteraron en su conjunto la procedencia vocal. El Quinteto para piano y cuerdas Op. 81, en La M:  Allegro ma non tanto; Dumka: Andante con motto; Scherzo (Furiant): molto vivace y Finale: Allegro. Con un bis en el Scherzo, obra clave de la sesión y que recordaría a  otro quinteto de 1872, de la que no quedaría satisfecho, cuando encarase  esta obra en el verano de 1887, tras recuperar la anterior escrita en la misma tonalidad y con la misma disposición instrumental. Manteniendo  la vena lírica y adaptando la importancia que supuso la Dumka, la  furiant  y otros estilos profundamente bohemios, una constante que como veremos en muchas de sus obras, se convertirá en referencia de criterio de composición, tema que confirmaremos en el Trío Op. 65, escrito en el período de dos semanas. El Quinteto será una encarecida dedicatoria al maestro Bohdan Neuerthter, antes de recibir su estreno en enero de 1888, por el pianista y director de orquesta Karel Kovarovic, junto a Karel Ondricek; Jan Pelikan; Petr Mares y Alois Neruda.

Ramón García Balado

 

VII Festival Clasclàs, Vilagarcia de Arousa

Judith Jáuregui & Cuarteto Gerhard

Obras de R. y C. Schumann, F. Schubert, F. Liszt, E. Granados y A. Dvorak

Auditorio de Vilagarcía de Arousa, Pontevedra

 

Foto © Cristina Durán

73
Anterior Crítica / Un luminoso fin de temporada - por Francisco Villalba
Siguiente Crítica / Ejemplar Requiem de Mozart de Thomas Guggeis - por Jorge Binaghi