La pompa y el boato de la mejor música de Georg Friedrich Händel protagonizaron la primera de las tres grandes veladas dedicadas al barroco dentro de la programación del Festival Internacional de Santander en la Sala Argenta. Para ello, se contó con la participación de la inglesa Academy of Ancient Music, que, nominada al premio Gramophone a la mejor orquesta de 2021, se acerca a los cincuenta años de fructífera trayectoria en la sala de conciertos y en las estanterías de discos de los aficionados a las agrupaciones historicistas y/o de instrumentos originales.
Al frente de la misma se situó, como viene haciendo desde 2006, su director, Richard Egarr, quien, ataviado con una curiosa indumentaria que le asemejaba a un gran mandarín, dirigió a estos campeones de la reconstrucción filológica de los sonidos antiguos y del estilo de ejecución de la época en un programa soñado por los amantes de la música del compositor nacido en Halle: trece de los veintiún movimientos que totalizan las tres suites conocidas como Música acuática, la Música para los reales fuegos de artificio y, entre ambas, el Concerto grosso en sol menor, op. 6 nº 6 HWV 324.
Desde el clave, a veces sentado, a veces de pie, Egarr perfiló la intrincada variedad de patrones rítmicos de las danzas de la Música acuática con claridad y precisión milimétrica y obtuvo una respuesta inmediata, ligera, nítida y brillante de sus instrumentistas, salvo por algún que otro desatino de las trompas que no pasó de ser una anécdota. El Concerto grosso posterior, el más célebre de los recogidos bajo el opus 6 y perfecto exponente de esa línea iniciada por Torelli y Corelli que agrupa a varios solistas, puso aún más de relieve la excepcional calidad de la formación inglesa y en la Música para los reales fuegos de artificio apreciamos con claridad que el director sabe lo que se trae entre manos y subraya adecuadamente el carácter leve de estas piezas, procurando un sonido de atractivo indudable con ocasionales desequilibrios que primaron el viento metal por encima de la cuerda.
La ovación cerrada y sincera del público fue correspondida por un bis de la popularísima La Réjouissance, jubiloso colofón a una agradable velada.
Darío Fernández Ruiz
The Academy of Ancient Music. Richard Egarr (director)
70º Festival Internacional de Santander
Foto © Festival de Santander - Pedro Puente Hoyos