La Orquesta Ciudad de Granada, una formación habitual en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada, acogió en la presente edición al pianista Juan Floristán, uno de los jóvenes intérpretes españoles de mayor proyección internacional. En el podio demostró su habilidad Tabita Berglund, que afrontó en el último momento el reto de dirigir un programa complejo, con obras de Rajmáninov y Sibelius, por enfermedad de Tarmo Peltokoski.
El concierto se abrió con el poema sinfónico Finlandia op. 26 de Jean Sibelius, una página bien conocida del autor, que Tabita Berglund abordó con gesto amplio y decidido. Con la precisión de un delineante, la directora extrajo de cada sección orquestal el necesario y oportuno sonido en una clara concepción expresiva de la partitura. La orquesta, bajo su batuta, mostró una cohesión y precisión admirables, particularmente en unas cuerdas de gran lirismo y unos poderosos metales, haciendo justicia a la majestuosidad y el espíritu del poema sinfónico de Sibelius.
La segunda obra del programa fue el Concierto para piano y orquesta núm. 2 en do menor op. 18 de Serguéi Rajmáninov, quizás el más conocido de los escritos por el autor. Juan Floristán, el enfant terrible del panorama pianístico, desplegó un dominio técnico y un profundo conocimiento de la partitura en una interpretación muy personal, enfatizando los climas expresivos y deleitando con el lirismo de los pasajes melódicos y lo etéreo de sus arabescos. Su técnica precisa y su sensibilidad interpretativa, unidos al oportuno diálogo orquestal que Tabita Berglund supo equilibrar en todo momento, fueron puestos al servicio de la profunda sensorialidad del concierto, a caballo entre la ternura e introspección melódica y el arrebato enérgico de los pasajes más rítmicos. La capacidad expresiva de Floristán para manejar los contrastes dinámicos y su control sobre el rubato fueron notables, permitiendo que cada frase musical respirara con naturalidad y enfatizando los climax expresivos cuando la partitura lo requería.
La interpretación conjunta de Juan Floristán y la Orquesta Ciudad de Granada, bajo la meditada y acertada dirección de Tabita Berglund, fue todo un triunfo. Juntos ofrecieron una versión fresca y técnicamente precisa de esta obra cumbre del repertorio pianístico. La complicidad entre el solista y la orquesta, unida a una dirección experta, mostraron un gran respeto por la grandiosidad de la partitura, al mismo tiempo que el solista impregnó sus intervenciones con cierta frescura contemporánea. El prolongado aplauso del público persuadió a Juan Floristán para ofrecer una obra fuera de programa: el evocador preludio La puerta del vino de Claude Debussy.
En la segunda parte del programa Tabita Berglund nos regaló una lección magistral de interpretación, ofreciendo una magnífica versión de la Sinfonía núm. 5 en mi bemol mayor op. 82 de Jean Sibelius. No en vano, pese a su juventud, despunta como una de las directoras europeas de mayor proyección y como una experta en el repertorio escandinavo. El primer movimiento, con su apertura majestuosa y la transición hacia el allegro moderato, fue interpretado con un equilibrio perfecto entre la serenidad y la fuerza, capturando la esencia del estilo de Sibelius. Las cuerdas ofrecieron un sonido cálido y envolvente, mientras que los vientos destacaron por su pureza y exactitud.
El segundo movimiento, más lírico y contemplativo, permitió a la orquesta mostrar su capacidad para el diálogo interno y la delicadeza. La dirección de Berglund fue particularmente destacable en su capacidad para mantener la tensión y el flujo, con las cuerdas en pizzicato y los vientos en dinámicas muy controladas, conduciendo a los músicos a una interpretación cohesiva y expresiva.
Sin solución de continuidad, la directora abordó con decisión el tercer y último movimiento – según la versión de 1919- hasta cerrar la obra con presencia y gesto decidido en un clímax emocional muy correcto. Berglund manejó el tempo y la dinámica con gran inteligencia, llevando a la orquesta a un cierre impresionante.
El prolongado aplauso recibido del el público asistente obligó a Tabita Berglund a salir a saludar hasta en cuatro ocasiones; satisfecha por el resultado y abrumada por la acogida recibida, la directora compartió su triunfo con los músicos de la orquesta en un gesto de humildad artística.
Gonzalo Roldán Herencia
73 FESTIVAL DE GRANADA: Orquesta Ciudad de Granada
Programa: Serguéi Rajmáninov, Concierto para piano y orquesta núm. 2 en do menor op. 18; Jean Sibelius, Finlandia op. 26 y Sinfonía núm. 5 en mi bemol mayor op. 82.
Solista: Juan Floristán
Directora: Tabita Berglund
Lugar y fecha: Palacio de Carlos V, 20 de junio de 2024
Foto © Fermín Rodríguez | Festival de Granada 2024