Estreno en España por Masquerade de la anglo-americana Anna Clyne, obra breve y encargo de la BBC que tendrá su estreno en los populares Last Night Promenades, con la BBC S.O., dirigida por Martin Alsop. Pieza que recrea aires del XVIII, en su inspiración, que se compartían en los London Pleasure Garden. Una idea musical que nos acerca a las típicas drinking songs y en concreto de The Juice of the Barley. La joven Anna Clyne, cultiva las formas acústicas y electrónicas, y tuvo como maestras a Marina Adamia, Marjana Mozetich y Julia Wolfe. Masquerade se resuelve entre pinceladas partiendo de dos melodías, poniendo un aire de distracción en un golpe de gracia en la pieza Juice of Barley, con ancestros en una tonada de un etilismo de compadreo.
La perla de la sesión era Absolute Jest, de J.Adams por la peculiaridad de la obra, ya que es un concierto para cuarteto de cuerda y orquesta, como encargo de la San Francisco Symphony , en su centenario, estrenado por el St Lawrence String Quartet, con esa formación, dirigida por Michael Tilson Thomas, en el Louise M.Davies Symphony Hall, en marzo de 2012, aunque el autor acabará revisándola, insatisfecho con los resultados, para volver a ofrecerla a finales de ese año, con el susodicho cuarteto y la New World S.O., tutelada por él mismo.
Obra en un tiempo único, vendrá gracias a la profunda inspiración recibida tras la escucha del Pulcinella de Stravinsky. Adams estaba impregnado desde muy joven por la serie de los últimos cuartetos de Beethoven, y pasajes de ellos sirven de elementos cardinales en el entramado de Absolute Jest, además de citas de scherzi, de sinfonías suyas. Cuartetos que los entusiastas y conocedores valorarán. El Op. 131, en Do sost m., el Op.135, en Fa M. y, fundamentalmente, la Gran Fuga, en Si b M., pensada en principio como colofón del Cuarteto Op. 130 y liberada por sugerencia de Artaria.
Las dudas para Adams, llegarán a consecuencia del trato concedido al Scherzo del Op. 131, en Do sost. m., en donde encontrará las dificultades en ese entrelazamiento entre el cuarteto y la orquesta- tras lo escuchado, apreciamos los óptimos resultados entre el Cuarteto Quiroga, y la orquesta- ya que se vería inevitablemente condicionado a medirse de forma equitativa, por el poderío de la masa orquestal, por lo mismo, se verá en la necesidad de revisar el resultado, que dentro de esos condicionantes, verá como una agresividad chirriante. La revisión del comienzo de la obra, arrastrará un meditado añadido de nuevo material en cuanto al número de compases. Para el autor, la creación se conformará como una estremecedora lección de contrapunto, dentro de una transformación temática y diseño formal. El resultado en la instrumentación, se resuelve en un cuarteto de cuerda amplificado.
La Sinfonía nº 2, en Re M. Op. 36, de L.v. Beethoven, efectivamente en una justificación con respecto al programa en su contexto, en esta obra que ayudaba a delimitar espacios clave en la evolución creativa. Para el caso, sabíamos que el Scherzo:Allegro- en el que el autor anuncie el necesario carpetazo del tradicional minué, al que por necesidades puramente vitales y respiratorias, se decida por el cambio de talante- valía como tiempo propicio para equipararle con la obra de Adams y su apropiaciones traslaticias, antes de que el Allegro molto confirme la actitud en la que esta sinfonía, resuma lo que pudo ser el adiós a Heilingstadt. En el contexto de un programa complejo, este primer Beethoven resultó en definitiva un relajamiento de tensiones.
Ramón García Balado
Cuarteto Quiroga. Real Filharmonía de Galicia / Paul Daniel.
Obras de Anna Clyne, J. Adams y L.v. Beethoven.
Auditorio de Galicia, Santiago de Compostela
Palacio de la Ópera, A Coruña
Teatro Afundación, Vigo
Foto © Xaime Cortizo