La Orquesta Sinfónica RTVE, dirigida por el maestro Josep Gil, y con la colaboración especial de Wang Xiao al erhu, fueron los protagonistas del Concierto Conmemorativo del 50º Aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre España y China, el pasado viernes en el Teatro Monumental.
Para este exclusivo evento, fueron seleccionadas obras de compositores españoles y chinos que reflejan perfectamente la forma de entender, y hacer música, en dos naciones de tan distinto acervo cultural. Más que una confrontación de estilos y maneras, se mostraron las posibles intersecciones de lo más representativo de cada país, centradas en la mejor tradición musical o en su proyección presente y futura. En programa, obras de Joaquín Turina e Isaac Albéniz, por el lado español, y de Tan Dun, Liu Chi y Zhou Long, por la parte china.
El arranque, con la Sinfonía de Internet “Eroica” de Tan Dun, fue toda una declaración de intenciones. Obra actual y de naturaleza festiva, donde el compositor aúna, con inteligencia y eficacia, el tema principal de la citada obra beethoveniana con motivos de sabor tradicional del país asiático, y en la que destaca la sección de percusión por la incorporación de elementos insólitos y llamativos, como las llantas de coche. La pieza exhibe una visión optimista del hecho musical mediante la fusión de componentes sonoros y culturales de distinta naturaleza y procedencia, como vía de progresión. Josep Gil, que debutaba por primera vez en Madrid, y con la Orquesta Sinfónica RTVE, se mostró soberbio en el podio, abordando con brillantez, claridad gestual y energía esta breve y radiante composición.
Continuó el concierto con las Danzas fantásticas, de Joaquín Turina. Obra muy conocida e interpretada por la formación madrileña, obtuvo una atractiva lectura bajo la batuta de Josep Gil. Con suma delicadeza en las cuerdas en divisi y pianissimo al comienzo de la Exaltación, el primer movimiento mostró adecuado contraste entre sus secciones rítmicas y sutil fraseo melódico en maderas y violonchelos. Refinada en la paleta tímbrica en el Ensueño, la orquesta, bien empastada y precisa, fluyó con naturalidad bajo la minuciosa dirección de Gil, que incidió en los aspectos más impresionistas de la partitura en su lectura. La Orgía cerró con brillantez esta magnífica obra de Turina, tanto por su poética españolista y riqueza musical como por la refinada orquestación que el mismo compositor realizó del original para piano.
My Motherland, de Liu Chi cerró la primera parte de la velada, con la intervención de Wang Xiao al erhu, violín tradicional chino de dos cuerdas. La obra es el resultado de un arreglo de Wang Danhomg para este peculiar instrumento solista y orquesta de la banda sonora original titulada La batalla en la montaña Shangganling, de Chi. La pieza, que comienza con una fanfarria heroica de metales y percusión, intercala las partes del erhu, acompañadas por el arpa o el oboe, con la orquesta, en un delicado balance que no siempre consiguió dejar patente la amplificación realizada en la sala, carencia que Wang Xiao supo compensar con su sutil y virtuosística interpretación, inundando el espacio como si de una tenue pero incisiva voz se tratara. Josep Gil dio el pulso apropiado a la obra, cohesionando sus distintas secciones y exponiendo con elocuencia el carácter melancólico y, a la vez, épico que exhala de esta página.
La segunda parte del concierto se inició con el esperado estreno de la Suite Alhambra, de Isaac Albéniz, en arreglo orquestal del almeriense Francisco Padilla. Los cuatro movimientos La Vega, Generalife, Lindaraja y Zambra presentan similitudes en cuanto a su planteamiento tímbrico-orquestal, cuyo punto de partida, según el propio Padilla, son los escasos compases orquestados por el propio Albéniz, que no llegó a finalizar su proyecto. Si bien, Padilla hace suya esta obra, presentando buena mano en las delicadas texturas orquestales propuestas, así como máximo respeto a la partitura original -lo que da fe de su técnica y buen hacer- su versión resultó, sin embargo, demasiado uniforme por ceñirse tan rigurosamente a la premisa por él establecida. La atenta lectura de Josep Gil fue imprescindible para que el estreno conservara parte del pulso vital tan inherente a la música de Albéniz.
Finalmente, y como colofón a este acto conmemorativo, maestro y formación interpretaron The Rhyme of Taigu (La rima del taigu), de Zhou Long. Obra impactante, con un amplio aparato percusivo que se intercala con el grupo orquestal, y que reclama el especial y poderoso sonido del taiko japonés. La pieza discurre en secciones concatenadas de gran impulso rítmico, con ostinatos recurrentes y brillantes intervenciones del clarinete, magníficamente abordadas por el solista de la RTVE. La sección central, más atmosférica, fue recreada con exquisitez por el maestro, sacando a relucir sus diversas texturas y colores para desembocar en un paroxístico final, rematado por Gil con plena maestría y asertividad, obteniendo, en su debut madrileño, un clamoroso reconocimiento por adaptarse con tanta naturalidad a un repertorio nuevo, difícil y heterogéneo, con exitosa resolución.
Juan Manuel Ruiz
Wang Xiao
Orquesta Sinfónica RTVE / Josep Gil
Obras de Tan Dun, Turina, Liu Chi, Albéniz y Zhou Long
Teatro Monumental, Madrid. 01/12/23